­Llegamos al final del ejercicio y una vez más se vuelve a evidenciar que el presupuesto con el que se dota a la conselleria de Salud es insuficiente. Y si el año pasado por estas fechas el conseller Martí Sansaloni pedía una ampliación de crédito por valor de 20 millones de euros para poder afrontar el pago de las nóminas del personal, en este la cantidad ha ascendido a 40 millones, según ha revelado Vicenç Thomàs, portavoz adjunto del grupo socialista.

Como se recordará, para este ejercicio se aprobó un presupuesto de 1.194,92 millones de euros para la conselleria de Salud, lo que supuso un incremento de 25,68 millones sobre la partida asignada en 2013 que, en principio tendrían que haber bastado para afrontar este año con tranquilidad y suficiencia presupuestaria. Pero los gastos se han vuelto a disparar.

"A Salud le faltan unos 23 millones de euros para poder pagar las nóminas del personal hasta final de año. Igualmente necesitaría otros 16 ó 17 millones para gastos de capítulo IV, de farmacia y otros", desgranó Thomàs, que reveló asimismo que la Conselleria ya habría solicitado a Hacienda una ampliación de crédito por valor de los citados 40 millones.

No obstante, el departamento dirigido por José Vicente Marí solo estaría dispuesto a ampliar la partida presupuestaria de Salud en 36 millones y con una condición insoslayable: que Salud se comprometa a ahorrar los cuatro millones de euros en capítulo de personal de aquí a final de año.

Una política que ya estaría llevando a cabo, según ha denunciado Thomàs, para quien la gestión de Sansaloni antepone los ajustes presupuestarios sobre la calidad asistencial y la prioridad de reducir unas desbordadas listas de espera.

Buena prueba de estas restricciones en política de personal la encontraríamos en el hospital de Son Espases, centro de referencia sanitaria en esta comunidad donde el pasado 1 de octubre se renovó el contrato a más de 400 trabajadores eventuales por una duración de tan solo un mes, denunció el socialista. Y son trabajadores de todas las categorías profesionales, desde celadores a facultativos. Así, no es raro que facultativos especialistas que han invertido diez años de su vida en formarse estén siendo renovados de mes en mes, con la desincentivación e incertidumbre que esta circunstancia genera en los profesionales que deberían preocuparse exclusivamente en velar por la salud de sus pacientes.

Bajas cubiertas parcialmente

La situación no es mejor en Atención Primaria que en los hospitales, ya que en los centros de salud es práctica habitual no sustituir las bajas laborales de menos de quince días de duración y en las ausencias justificadas de un trabajador por periodos más prolongados se procede a sustituirle parcialmente, por ejemplo tan solo un par días a la semana.

Estas prácticas, para Thomàs, estarían provocando una clara merma en la calidad asistencial que se presta a los pacientes de la sanidad pública balear. Y también un paso atrás en la deseada reducción de las listas de espera, como demuestra el reciente caso del hospital Sant Joan de Déu, un centro incluido recientemente en la red pública gracias a un convenio singular en virtud de su condición de hospital privado sin ánimo de lucro.

Thomàs reveló asimismo que los trámites burocráticos para contratar a personal sanitario se han acortado recientemente y en estos momentos Salud no requeriría el visto bueno de Hacienda para firmar estos contratos eventuales de corta duración que estaría formalizando, lo que permitirá ganar agilidad y operatividad al Servei de Salut.

En una entrevista concedida a este rotativo, el conseller de Salud admitió que el gasto en personal del Servei de Salut asciende a unos 600 millones de euros anuales, cantidad que dividida por las doce pagas mensuales más dos medias pagas extra arrojaría un pago mensual de 46,1 millones solo en nóminas.

Durante su comparecencia parlamentaria del mes de noviembre del año pasado, en la que Sansaloni admitió que le faltaban los citados veinte millones de euros para pagar las nóminas hasta final de ese ejercicio, el conseller respondió a las críticas de la oposición -que le acusó de presentar unas cuentas insuficientes para dar una atención sanitaria adecuada a la sociedad balear en este año en curso-, se defendió alegando que el principal incremento en las cuentas presentadas se sustanciaba en los capítulos de personal. Una partida que, aseguró Sansaloni, crecía porcentualmente un 5,6%, lo que en euros contantes y sonantes supondría 31 millones más para pagar salarios este año.

Evitar ampliaciones de crédito

Y con ese aumento, aseguró el conseller en esa comparecencia parlamentaria de ahora casi un año, se podría evitar una práctica -pedir ampliaciones de crédito para poder pagar las nóminas sanitarias- generalizada durante los últimos ejercicios, independientemente del color político del partido en el poder.

Sin embargo, este incremento, a tenor de las denuncias de Thomàs, tampoco ha bastado como lo demostraría esta nueva ampliación de crédito solicitada a la conselleria de Hacienda. A Salud le faltan 23 millones para pagar a su personal.

Esta solicitud de más dinero que tendrá que autorizar el departamento de José Vicente Marí deberá afrontar los gastos ocasionados por la reciente crisis sanitaria del virus ébola. Como se recordará, Salud ha tenido que adquirir unos 1.800 trajes de máxima protección contra contagios para preservar la salud de sus profesionales. Y habilitar una sala en Son Espases aislada del resto de los pacientes y dotada de alta tecnología para poder atender un presunto caso de contagio real por este letal virus mientras se decide si se remiten a todos los casos positivos al hospital Carlos III de Madrid, que se erigiría como centro de referencia nacional.