Bauzá Trepitja a Camps, con la secuela inmediata de que la consellera fulminada despierta la simpatía del perdedor. Tras destituir a Rafael Bosch alegando estancias de fin de semana, el president había colocado en Educación a una política a su altura. Resulta milagroso que, tras pisotear a la Gallardona menorquina, haya encontrado a otra de la misma talla. Núria Riera accedió al Govern gracias a sus contorsiones en el ayuntamiento de Montuïri, se consagró al exigir que "no hay que politizar las elecciones", y defenderá la introducción en los colegios de la asignatura de Parapsicología, porque es la portavoz que oía ruidos petrolíferos.

La consellera que no redactó el TIL, ni acertaría a comprenderlo aunque se lo explicaran despacito, se lleva las galletas de un president que va por su tercer o cuarto Govern. Sin oposición interna ni externa, el capitán del TILtanic es incapaz de diseñar un ejecutivo con un mínimo de estabilidad. Bauzá genera más precariedad que un tripartito, no sabe gobernar ni con mayoría absoluta. Su ruleta rusa ha tiroteado a dos titulares de Sanidad -tres con Bestard-, dos de Educación, un vicepresidente, un titular de Turismo. El dedo presidencial provoca mayor mortandad que el Ébola. Hubiera sido menos costoso cambiar de president, varias veces.

La sustitución en Educación aspira a preservar la grisura del Govern, pero Bauzá escudó la destitución de su elegida el año pasado en la necesidad de "cambiar la dinámica". El dinamismo no figura ni en las definiciones más entusiastas de Camps, por lo que cabe hablar mejor de un president anárquico, con devaneos de mariscal de opereta y que ni siquiera sabe elegir a los comparsas del sainete que encabeza.

Anárquico y anarquista, porque el president que ha despachado a una docena de consellers sin cometer jamás un error se lanzó a liderar la desobediencia legal contra las tres sentencias y cuatro autos del Tribunal Superior. Si Bauzá insiste en leer las anulaciones y suspensiones del TIL del revés, habrá que concluir que los mismos jueces también le declararon incompatible con sus innumerables negocios privados, en contra de lo sucedido en realidad para descrédito de las instituciones.

El PP balear recrimina a Artur Mas la misma contumacia contra la legalidad vigente que Bauzá practica al no resignarse a admitir que el TIL está muerto, extinto, kaputt. Véase el célebre gag de los Monty Python sobre el papagayo difunto para encontrar más sinónimos. Con la cobardía que disfraza de marcialidad, el president hablaba ayer de "trilingüismo", una perogrullada equivalente a reclamar la "insularidad" de Mallorca. Todos los habitantes de esta comunidad han estudiado inglés, la mayoría lo aprenden en estos momentos. Alguno ha llegado incluso a amaestrar el castellano, a diferencia de Bauzá.

El Tribunal Superior no condenó la aplicación del TIL, sino su invención. Este capricho que ha dejado a Balears sin sistema educativo no es una creación de Bosch ni de su sucesora Camps, sino un monstruo alumbrado mediante mitosis por Bauzá en solitario. El president también hubiera pronunciado Trepitja sin inmutarse, seguro que a estas alturas no ha captado el chiste. Su política lingüística, por llamarla de alguna manera, no procede de la fe en las ideas, sino de la fe contra las ideas. Quería salvar Balears y la ha encallado. Quizás no capitanea el TILtanic sino el Costa Concordia embarrancado. Confundió al iceberg con una ballena blanca porque no acepta consejos de personas más inteligentes que él, lo cual limita notablemente el espectro.

Se cumple un año de la manifestación de cien mil personas en demanda de la dimisión de Bauzá. La masa era más sensata que el individuo aferrado a su infalibilidad. La ortodoxia obligaría a anotar que, de haber conocido la desastrosa situación educativa actual, el president habría actuado de manera diferente. Ni hablar. Hubiera repetido todos los pasos porque él no camina hacia ninguna parte, solo desfila alrededor de sí mismo. Y se extraña de los revolcones que recibe. Einstein sostenía que "era absurdo esperar resultados diferentes cuando se hacen las cosas de la misma manera". Demasiado elevado para el Govern Trepitja.

Este texto adolece de una inspección en profundidad de la alocución de Bauzá. Por desgracia, el compendio de su intervención se resume en un cambio de peinado presidencial que no debiera ser noticia, salvo que no hay otra. Además, este recurso al estilismo capilar ha ocupado seguramente más tiempo y neuronas presidenciales que las cavilaciones sobre el naufragio del TIL. El líder del PP gobierna para su espejo, tan a menudo emborronado por la efigie insolente de Isern.

La noticia no reza que Bauzá ha sustituido a una Camps a quien jamás debió nombrar, sino que ha encontrado una sustituta después de que se abstuvieran sabiamente varios candidatos sondeados. En el fin de fiesta, el president que desprecia a sus conciudadanos les advirtió de que en el futuro serán devorados por niños centroeuropeos de película de terror de serie B. Se supone que son los hijos de los alemanes a quienes los terratenientes del PP han malvendido Mallorca, pero gracias por la advertencia de todos modos.