­María Núria Riera Martos (Palma, 1968) es la nueva conselleria de Educación del Govern. Se la conoce como la consellera más diplomática del Ejecutivo, con personalidad propia y conocedora de la Administración. El reto actual que asume requerirá de ella que utilice todas estas dotes de diplomacia para apagar el fuego cruzado que agita el sector educativo desde hace dos años.

Es licenciada en Derecho y funcionaria de carrera de la administración local. Fue secretaria municipal del Ayuntamiento de Montuïri y jefa de servicio de Función Pública de la Comunidad Autónoma.

En junio de 2011 fue la designada por José Ramón Bauzá para diseñar todo el organigrama del Govern y la confección de las consellerias. Un laborioso trabajo que suponía una reducción importante de departamentos. Todo el mundo daba por hecho que ella sería la consellera de Administraciones Públicas. Sin embargo, la eliminación de carteras y las cuotas de las otras islas la relegaron a una dirección general. Tuvo que aceptar el cargo de segundo nivel con resignación hasta que en marzo de 2013 consiguió hacerse con Administraciones Públicas.

Asumió la portavocía del Govern y en sus primeras apariciones fue calificada como la "consellera frontón" por su capacidad para devolver las preguntas de los periodistas sin contestar. Con los meses ha afinado su labor y no se le puede negar su buena sintonía, diálogo y educación con los medios de comunicación.

Ha tenido algunos encontronazos sonados con los sindicatos que deberá enmendar en Educación. Anunció en rueda de prensa que una de sus normas de Función Pública fue consensuada con las centrales sindicales. Todos los representantes de los empleados públicos organizaron una rueda de prensa para desmentirla y la llamaron "mentirosa compulsiva". Desde ese momento se aplicó en dar más fluidez a las negociaciones con notable éxito.

Se apunta que es una persona fiel al partido, no solo al president Bauzá. Al contrario que su jefe se ha prodigado mucho en visitar las diferentes localidades de la part forana de Mallorca y mantiene una gran relación con la mayoría de alcaldes populares de los pueblos mallorquines.

Quienes la conocen aseguran que tiene personalidad propia y no será una consellera que acatará las órdenes de arriba sin rechistar. Fuentes consultadas indicaron que Riera no es Camps, que le colocaron un conseller en la sombra. Querrá tomar sus propias decisiones y destacaron que tiene ambición política. Ha sido elegida para retomar el diálogo en el conflictivo sector educativo. No lo tendrá fácil si no es capaz de flexibilizar la intransigencia del Consolat, en temas como el TIL, y poder ofrecer algunas contrapartidas a los docentes para limar asperezas. Riera es madre de cuatro hijos y está casada con el coordinador general del PP y exalcalde de Montuïri, Biel Matas. Viene de una familia de funcionarios, ya que su padre fue secretario municipal de Manacor.