La sala segunda de la Audiencia de Palma tiene como norma interna repartir los recursos que llegan entre sus seis integrantes. Si este sistema se hubiese aplicado al caso Nóos los 14 recursos se hubieran distribuido entre los seis jueces, lo que habría provocado un auténtico galimatías a la hora de decidir quiénes, y por qué delitos, se van a sentar en el banquillo de los acusados del caso Nóos, y serios quebrantos en el quehacer diario de la sala.

En busca de coherencia en la decisión, los propios jueces pidieron al presidente de la Audiencia, Carlos Gómez, la designación de un ponente único y señalaron a Diego Gómez-Reino como el más adecuado dada su mayor antigüedad en el escalafón de la carrera judicial y en esta instancia. Gómez-Reino, un experto en el caso Nóos, deberá redactar un boceto de auto y deliberarlo con sus compañeros de tribunal, que todavía no han sido elegidos. Las decisiones respecto a los recursos se tomarán por mayoría.