La cuenta atrás para el inicio del curso 2014-2015 ya ha empezado. Hay familias que ya tienen todo el material preparado desde julio; otras aún están forrando los libros y también las hay que aún no han comprado el ´kit vuelta al cole´ de cada año; una equipación para conseguir un fin cuya importancia nadie discute (la educación) pero que deja un agujero importante en los bolsillos de los progenitores.

Las economías domésticas suman ya cinco cursos de crisis y ante la escasez de ayudas institucionales, los padres y las entidades sociales se han ido organizado para hacerlo más llevadero (o simplemente posible en el caso de los hogares más necesitados). Las asociaciones de consumidores señalan algunas claves para quitarle pendiente a ´la cuesta al cole´.

Pongamos las cifras sobre la mesa. Según diferentes estudios, el inicio escolar supone un gasto para las familias de entre 425 y 870 euros, dependiendo de muchas variables. El portal Kelisto.es difundía esta semana que en las islas el promedio de gasto por alumno está en los 870 euros, lo que supone el 3% del gasto anual de un hogar balear al año. El estudio ha detectado diferencias entre colegios públicos (560 euros); concertados (780 euros) y privados (1.175 euros).

Desde la asociación Consumidores y Usuarios de las islas (CONSUBAL), el cálculo es más a la baja, aunque haya subido un 10% respecto al año pasado. En el caso de las familias que solo han de comprar libros de texto y material escolar, el gasto se sitúa en los 425 euros en el caso de los alumnos de Primaria y llega hasta los 560 en Secundaria. Otros servicios como comedor y transporte pueden costar 150 y 200 euros mensuales, respectivamente. Si al comedor se le suman las actividades extraescolares -y si los dos progenitores trabajan suele ser el caso- el gasto puede ser de hasta 2.850 euros anuales.

El primer consejo de Alfonso Rodríguez, presidente de CONSUBAL , para ahorrar este mes de septiembre puede resumirse en un lema que es más viejo que las cajas registradoras: busque, compare y si encuentra un precio mejor, compre. Sí, para ahorrar dinero, la mejor opción es invertir tiempo.

"Hay que mirar mucho y comparar precios", insiste, "hemos detectado que hay libros de una misma editorial y del mismo curso cuyo precio varía de un comercio a otro hasta un 30 o 35%". Y a la hora de comparar precios, el experto recuerda que hay que consultar también la opción de comprarlos por internet, una tendencia que cada vez gana más adeptos entre las familias que directamente tiran de Amazon o consultan OKlibros.com, una web que compara precios en las principales librerías y selecciona los más baratos del mercado. Otras opciones son los materiales usados, que se pueden encontrar en páginas como Relibrea, donde ya están en oferta medio millar de ejemplares de Balears.

A la hora de ir a comprar, Rodrigo aconseja mejor dejar al niño en casa: "Es fundamental buscar lo que se necesita y no comprar el capricho". El presidente de esta asociación argumenta que desgraciadamente los críos son muy influenciables por la publicidad y comprar la mochila con la cantante o el dibujo de moda puede costarnos entre 40 y 50 euros cuando otra de exactamente los mismos materiales y dimensiones puede costar apenas 9 euros.

Rodriguez razona, no obstante, que la mejor manera de ahorrar es, evidentemente, no comprar y para evitar pasar por caja hay que acostumbrarse a reutilizar "el máximo posible". Por ello, son firmes defensores del sistema de préstamo de libros de texto ya que estos materiales representan un elevado porcentaje de la factura de la vuelta al ´cole´ y Balears está a la cola del país en ayudas públicas para libros y material escolar. Según los últimos datos del ministerio de Educación, referentes al curso 2012-2013, el Govern destinó cero euros a becas para este concepto. El ministerio de Educación repartió 6.376 ayudas, por un importe medio de 318 euros.

El sistema de préstamo fue impulsado en la anterior legislatura y logró afianzarse en centenares de centros y vencer los recelos de miles de familias, que vieron como pagando 50 euros (o en algunos colegios menos) podían hacerse con un lote entero de libros que antes les costaban hasta 220 euros en el caso de Primaria y alrededor de 400 en Secundaria.

El actual Govern del PP bajó la aportación que hace la conselleria de Educación por cada familia y si antes daba a los centros 75 euros por alumno adherido al programa, los dejaron en unos simbólicos 14 euros. Así, en tres años el sistema ha perdido más de 6.200 beneficiarios y los centros que siguen participando han tenido que aumentar la cuota.

Así han tenido que hacerlo por ejemplo en el colegio Sant Bartomeu de Alaró, uno de los pioneros del sistema, donde al principio las familias pagaban 30 euros para poder acceder al banco de libros y cuya cuota llega ahora hasta los 110 euros. Con todo, y aunque ha habido algunas bajas, más del 90% de los alumnos sigue apostando por el préstamo: "Los de los primeros cursos hacen más esfuerzo que los de los últimos, funcionamos como una gran familia".

No son los únicos que se ayudan como una gran familia. Las comunidades educativas se organizan cada vez más para entre todos echarse un cable para ahorrar. La asociación de padres de Es Liceu ha celebrado esta semana un mercadillo de venta de chándales y de libros de texto. "En Secundaria no hay plan de reutilización y así las familias pueden vender los libros que ya no necesitan, por un precio máximo de 10 euros, y las que los necesitan se ahorran bastante dinero", explica Margalida Janer, vicepresidenta de la asociación de padres, quien narra que la iniciativa tuvo mucho éxito el año pasado y que por eso este año se han lanzado también a organizar un mercadillo de chándales.

Hace ya unos tres cursos que las familias empezaron a acudir a los centros y a las asociaciones de padres para exponerles sus necesidades y pedir ayuda. Porque para algunos padres la cuestión ya no es ahorrar unos euros: es que sus ingresos no les bastan ni para comprar lo básico. Según explicó Vicente Rodrigo, presidente de FAPA, hace dos años detectaron que había niños que llegaban a clase con los libros en una bolsa de plástico al no haber podido comprar una mochila. Por eso, la federación de APAs puso en marcha su campaña Motxilles Solidàries, en colaboración con la asociación de antiguos alumnos de Montesión y Cooperatives d´Ensenyament. El año pasado recogieron más de 300 mochilas usadas para repartir y este año esperan superarse.

Cruz Roja también ha detectado esta problemática y hace seis años que impulsa, junto a Carrefour, la campaña ´vuelta al cole solidaria´. Voluntarios de Creu Roja Balears estuvieron en los tres centros Carrefour de Palma recogiendo donaciones de lápices, bolígrafos, cuadernos... y todo tipo de material sin utilizar. Xisca Quetglas, responsable de la campaña en las islas, precisa que en 2013 pudieron atender a 560 niños con estas necesidades y que además la Fundación Solidaria Carrefour les entregó material por valor de 2.110 euros

Aunque los hay que ya están celebrando la recuperación económica, en la calle no todos la están sintiendo ya que si el curso pasado Cruz Roja recibió peticiones de ayuda de 560 familias, este año han recibido 800. Quetglas confirma que el perfil ya no es solo de personas inmigrantes recién llegadas y sin recursos, sino que entre los usuarios que no pueden asumir el coste de la vuelta la cole también hay muchos progenitores españoles y mallorquines; familias con uno o dos de los padres en paro que no pueden asumir todos los gastos del mes y menos la factura que deja septiembre. Quien quiera ayudar, puede llevar material escolar nuevo a cualquier oficina de Cruz Roja hasta el 15 de septiembre.