Tras haber sido cuestionada la llamada “unidad de acción” del frente anti-TIL y después de que se hayan desmarcado de la huelga colectivos que el año pasado estaban a favor, el sector educativo escenificó ayer su unión frente a un Govern al que todos consideran responsable del conflicto que vive el sector educativo.

Padres, sindicatos, inspectores, directores y Assemblea de Docents de pública y de concertada posaron ayer juntos (con diseño de camiseta nueva) para explicar que aunque divergen en la estrategia y algunos apoyan la huelga y otros prefieren apostar por vías alternativas, en lo que sí que están todos de acuerdo es en quieren “un curso normal”, y que quien lo impide es el Govern. Vicente Rodrigo, presidente de la federación de asociaciones de padres FAPA, habló en nombre de todos para explicar que por un curso “normal” entienden uno en el que las decisiones sean “fruto del consenso y no de la imposición”, y en este sentido en vez del TIL tal y como se está aplicando solicitan “que los centros puedan elaborar proyectos lingüísticos ambiciosos, realistas y coherentes”. Defienden que “cada centro pueda adaptar su proyecto en función de su entorno sociolingüístico”.

También reclaman informaciones e instrucciones “claras y suficientes” en vez de las directrices “orales” que señalan que utiliza la Conselleria, “generando inseguridad jurídica”. Demandan bajar las ratios y aumentar las plantillas, unas infraestructuras “dignas” y materiales y ayudas para los estudiantes que lleguen “a quien las necesite y cuando las necesite”. En este sentido Rodrigo recordó que Balears está a la cola del país en ayudas para los libros de texto, y en becas educativas en general.

La lista de exigencias también incluye una escuela inclusiva digna y la libre elección de centro “que también fue una promesa electoral” aunque “eliminar líneas en colegios e institutos públicos no ayuda a cumplirla”.

La unidad de acción fue puesta en entredicho en julio, después de que el STEI-i -convocante de la huelga indefinida junto a CCOO- firmara el pacto de interinos con la consellera Camps y ANPE. También el hecho de que FAPA este año haya dicho claramente que está en contra de la huelga ha puesto en duda que los colectivos que el año pasado plantearon su oposición al Govern Bauzá sigan unidos. Pero ayer se esforzaron en transmitir la imagen contraria.

Iñaki Aicart, portavoz de la Assemblea, señaló que la conselleria intenta difundir una foto de “división”, pero aseguró que ésta “no es real” ya que es Camps “quién está aislada” al no querer negociar. Antoni Morante, presidente de la asociación de directores de ESO ADESMA, insistió en que a pesar de que hay “diferencias de estrategia” , en lo que sí están de acuerdo es en que el culpable de la situación es “el Govern”. Pere Rios, inspector jubilado y representante de la asociación ADIDE, insitió en que su petición es “un curso normal, como el de las anteriores legislaturas”. Joana Maria Mas, presidenta de la asociación de directores de Primaria ADIPMA, incidió en que los profesionales solo quieren “trabajar con tranquilidad” y lamentó que el retraso con los proyectos TIL está generando mucha confusión con los libros de texto.

Divergencia sobre la huelga

De los sindicatos presentes ayer, CCOO (representada por Toni Baos), STEI-i (Biel Caldentey) y FETE-UGT (Maria Alarcón) recordaron que están a favor de la huelga, si bien Caldentey y Alarcón apostaron porque sea ratificada por las asambleas de cada centro y asegurar “una respuesta contundente”. ANPE (Antoni Riera) planteará acciones alternativas a la protesta al entender que la huelga es un sobreesfuerzo para los docentes y para las familias mientras que desde FSIE, sindicato de la red concertada en la que también se ha convocado el paro, Ramon Colom rechazó también el paro al entender que no afecta a condiciones sociolaborales de los trabajadores, a pesar de criticar también las políticas educativas del Govern. Neus Canals, de la Assemblea de Docents Desconcertats, le replicó que la concertada también está afectada por el TIL y que apoyan la huelga al compartir las reivindicaciones de la pública.

“No pedimos que se haga lo que nosotros decimos”, aseguró Rodrigo, “sino poder exponerlo y que la otra parte sea capaz de negociar”. Mañana los sindicatos están convocadas en la sede de Educación a una mesa sectorial.