Donde los empresarios y el PP ven "mejoría" y tendencias "positivas", los sindicatos y la oposición política encuentran precariedad creciente, salarios menguantes, explotación laboral en avance y un invierno "terrorífico" marcado por el fin de ese 92% de contratos temporales firmados en agosto. Las cifras del paro y el aumento de la tensión de cara a las elecciones municipales y autonómicas del próximo mes de mayo llevaron a los partidos a eliminar matices de sus discursos, de modo que el PP elimina cualquier concesión a la autocrítica para hablar, como el Govern, solo de recuperación, mientras PSOE, Més, Esquerra Unida y Podemos apuntan a la precariedad en avance y el aumento del número de personas sin prestación como consecuencias de la política económica de recortes y reforma laboral del Partido Popular.

Aunque los tradicionalmente más liberales son los primeros que piden ayudas. Es el caso de los empresarios, agrupados en Balears en la patronal CAEB, cuya presidenta, Carmen Planas, considera "ligeramente positiva" la evolución del paro y el número de empleados, aunque advierte de que se acerca un invierno para el que cree "necesarias medidas que estimulen la economía, como aumentar las bonificaciones para los contratos a fijos discontinuos, extendiéndolas a los meses de febrero y noviembre". Los pequeños y medianos empresarios, agrupados en la patronal Pimem, aplauden a su vez que Balears esté a la cabeza en creación de empleo, pero se muestran preocupados por que "el consumo no acaba de despegar y sigue habiendo 62.382 parados", apunta el portavoz del colectivo, Jordi Mora.

"Pobres con trabajo"

Los sindicatos entran al detalle estadístico del tipo de empleo que se crea para sacar conclusiones. Resumen: cada vez hay más "pobres con empleo", un tipo de trabajador de contrato temporal y normalmente a tiempo parcial (menos de una jornada completa), al que generalmente se explota como si estuviese contratado a jornada completa. La secretaria de Empleo de UGT, Esperança Barceló, denuncia de hecho que hay muchos trabajadores contratados por horas que "se ven obligados a aumentar sus jornadas en negro", algo típico entre quienes tienen empleo por días y horas. Por ello aumenta la "desigualdad social", que pide, "medidas excepcionales" para combatir el avance de un riego de pobreza y exclusión alimentado por el alto número de parados sin prestación (cuatro de cada diez) y el avance del contrato precario en el mercado laboral. Para romper la tendencia, el sindicato USO reclama "un plan de empleo que contemple inversión privada y pública en sectores de alto valor añadido, que generen empleo de calidad y estable", al tiempo que se combate desde la Administración el avance de la economía sumergida.

A ese tipo de soluciones apuntan también en la oposición política balear, en la que la coalición econacionalista Més se muestra preocupada por lo que se avecina. Si en agosto hay 62.382 parados, 42.090 de ellos en el sector servicios, y solo se hacen contratos temporales, el invierno balear puede ser "terrorífico". Y ya van unos cuantos. En el PSOE piden así "políticas que permitan ganar dignidad laboral", remacha la diputada Joana Barceló, que también incide en el elevado número de familias sin prestación alguna.