Iñaki Urdangarin se enfrenta a una petición de condena de entre 17 y 34 años de cárcel por los 24 delitos que se le imputan en el caso Nóos, la presunta trama de desvío de fondos públicos en torno al instituto sin ánimo de lucro del mismo nombre. La fiscalía anticorrupción y el resto de acusaciones en el caso Nóos ultiman sus escritos de calificación provisional que no serán entregados al juzgado hasta que la sala segunda de la Audiencia decida qué personas se sientan en el banquillo y especialmente la infanta Cristina, esposa de Urdangarin.

El auto del pasado 25 de junio con el que el juez José Castro dio por finalizada la instrucción del caso Nóos, que ha sido recurrido ante la Audiencia por numerosas partes, complicó la situación procesal de Urdangarin. El magistrado añadió nuevos delitos a los que ya se imputaban al cuñado del rey Felipe VI tras el auto donde se le impuso una fianza de más de seis millones de euros para hacer frente a las posibles penas económicas.

Urdangarin está acusado de 5 delitos de prevaricación administrativa; 4 de malversación de caudales; 5 de fraude a la Administración Pública; 5 de tráfico de influencias; 2 contra la Hacienda Pública; y sendos de estafa, falsedad de documento mercantil y de documento oficial.

Los fondos públicos

Estos 24 delitos no merecerán otras tantas peticiones de condena, sino que las acusaciones calcularán los años de privación de libertad y de inhabilitación por hechos diferentes. En su mayor parte estas imputaciones corresponden a las distintas subvenciones públicas que el duque de Palma obtuvo del Govern balear, la Generalitat de Valencia y los Ayuntamientos de esa ciudad y Madrid.

Así, por ejemplo, Urdangarin será acusado de desviar fondos del Govern destinados a la organización por Nóos de los foros Illes Balears Forum, destinados a analizar las sinergias entre el turismo y los acontecimientos deportivos.

Fiscalía y acusaciones deberán hacer cálculos penológicos para concretar qué condena merecen Urdangarin y otros imputados por estos foros. Podría ser que el duque de Palma se enfrente a dos acusaciones, una por cada seminario celebrado en Palma, o una conjunta por los dos eventos.

El yerno del rey Juan Carlos también es sospechoso de haber ayudado a los máximos gobernantes y a altos funcionarios y cargos de Balears, Valencia y Madrid a dictar resoluciones injustas a sabiendas para favorecerle y de influir en estas personas para conseguir beneficios económicos.

Urdangarin también será enjuiciado por otros delitos que no guardan relación con fondos públicos recibidos por Nóos, como son los de estafa, fiscales y falsedades documentales.

Castro atribuye en su auto de 25 de junio 24 delitos al duque de Palma, lo que no significa que éste acabe siendo juzgado finalmente por todas esas infracciones. De hecho las acusaciones deben seleccionar por cuáles de esos hechos van a acusar al cuñado de Felipe VI y por cuales no.

Manos Limpias, a por todas

No obstante, vista la estrategia del sindicato Manos Limpias, que ejerce la acusación popular, de ir hasta el límite en el caso Nóos es muy probable que esa parte impute al esposo de la infanta Cristina todos los delitos posibles.

De hecho, Manos Limpias trata de que Urdangarin, su exsocio Diego Torres y la esposa de éste, Ana Maria Tejeiro, sean juzgados también por blanqueo de capitales, un extremo rechazado por el juez y por la sección segunda de la Audiencia.