­El presidente canario, Paulino Rivero, apremió ayer a Mariano Rajoy a intervenir en la controversia abierta por las prospecciones petrolíferas en Canarias, para evitar que el "asunto de más calado" en cinco siglos de historia compartida con España derive en "una ruptura de relaciones institucionales". Rivero incidió en el distinto trato que reciben por parte del Gobierno central los proyectos de prospecciones en Balears y en Canarias, ya que mientras en el primer caso Rajoy ha asegurado que no se llevarán a cabo si existe "el mínimo atisbo de riesgo ambiental", en el segundo no se han tenido en cuenta esas cautelas. Por ello, dejó claro que si se da un trato diferente a Balears y a Canarias en este asunto, el Gobierno central "tiene todos los boletos para una ruptura de las relaciones" con los canarios, pues "sería el colmo".

Rivero subrayó que tiene "constancia" de que la búsqueda de hidrocarburos en Canarias no es "un asunto estratégico" para Repsol y de que la empresa sigue adelante con este proyecto "por presiones del regulador, por presiones del ministerio de Industria". Así, acusó al ministro de Industria, el canario José Manuel Soria, de ser "el instigador" de las prospecciones petrolíferas y de estar "sembrando tempestades" en las relaciones de la sociedad canaria y sus instituciones con el Gobierno de España.

Insistió en que se trata de "un tema de Estado, un asunto muy complicado que exige la máxima atención" y la intervención directa de Rajoy, quien, a su juicio, "puede estar confundido" sobre la situación y no ser consciente de que está provocando el "divorcio" de una parte importante de la sociedad canaria y de sus instituciones con el Gobierno de España.