Asumió la delegación territorial de la ONCE en Balears el pasado 1 de abril, aunque ya había ocupado este puesto entre 1997 y 1999. Vicente Ruiz (Granada, 1956) confía en quedarse ya en las islas hasta su jubilación. Este psicólogo clínico quedó totalmente ciego a los 28 años, por una enfermedad hereditaria, y al incorporarse a la ONCE compatibilizó su profesión con la venta del cupón hasta que, con el nacimiento de su primer hijo, decisió dedicarse solo a esta última actividad. "Yo no quiero un modelo como el de algunos países nórdicos, en donde se me daría una pensión y me dedicaría a pasear por el parque; quiero la posibilidad de tener un trabajo que me permita desarrollarme como persona, y España, gracias a la ONCE, es uno de los pocos lugares en donde eso es posible", afirma.

„Supongo que la ONCE de Balears será muy diferente ahora a la que usted dejó en 1999.

„Sí. En estos años nuestra organización ha tenido una importante evolución, sobre todo en la parte comercial. Además, la estructura administrativa está más ajustada, con menos gente que hace quince años.

„¿A causa de la situación económica?

„No. Se debe a que los procesos han cambiado mucho. Muchos procesos se han ido mecanizando y el personal se ha ido reubicando. La informática también nos ha permitido a los ciegos una autonomía de trabajo que antes no teníamos. Todos eso ha conllevado que se requiera menos personal de apoyo que hace unos años. Lo que se ha hecho para ajustar la plantilla es no cubrir jubilaciones conforme se han ido produciendo.

„¿Cómo ha afectado la crisis a la ONCE en Balears?

„El primer impacto ha sido sobre la facturación, como en todas las empresas. Este año estamos vendiendo un 4 por ciento menos que el pasado año a estas alturas, lo que es lógico en una crisis tan larga. Entre 2012 y 2013 logramos equilibrar renovando la cartera de productos, complementando la venta de cupones con los juegos de ganancia instantánea, los de rascar y ganar, o los juegos activos del tipo euromillones. Eso nos ha permitido que no hubiera un descenso en los ingresos, pero este último año estamos con la misma cartera de productos.

„Es decir, que no se cumple eso de que cuando hay crisis la gente juega más confiando en el azar como solución.

„Eso de que cuando hay crisis hay más juego creo que es una leyenda urbana. En una crisis corta puedes confiar en el azar, pero esta es una crisis muy prolongada en el tiempo. Además, nos ha afectado mucho la competencia. El mercado del juego es muy importante y ha crecido, lo que hace que la tarta deba repartirse en más trozos.

„¿Cuantas personas están afiliadas a la ONCE en las islas?

„Estamos en torno a los 1.300 afiliados, de los que aproximadamente el 20 por ciento somos ciegos totales y el resto tiene discapacidad visual grave, con un resto de visión utilizable.

„¿Con cuántos trabajadores cuenta?

„Tenemos 590 vendedores y unas 70 personas como personal administrativo y técnico en el conjunto de Balears. Eso en lo que se refiere a la ONCE. El total de personas discapacitadas que trabajan en todo el grupo ONCE está en torno a las 750, incluyendo el grupo de empresas de ONCE y la Fundación. El número de contratos de discapacitados en Balears está en torno a los 3.100 o 3.200, de los que 750 son de algunas de nuestras empresas. Hay un ratio nacional que indica que de cada 271 trabajadores en España, uno trabaja en alguna de las empresas de la ONCE o de la Fundación ONCE. El pasado año, a pesar de la crisis, creamos a nivel nacional 9.200 empleos, de los que el 88,6 por ciento son personas con discapacidad. En Balears la plantilla está bastante estabilizada y no creció mucho.

„¿Cuantos ingresos económicos tienen en Balears?

„El pasado año ingresamos 51,8 millones de euros por venta de juego.

„¿Cuáles son los retos de su organización en estos momentos?

„Desde el punto de vista comercial, el mantenernos competitivos en ese mercado que ha cambiado mucho. La competencia genera nuevas ofertas y los hábitos de la población se han modificado. El mayor reto es adaptarnos a los cambios sociales y a la competencia en el sector del juego para mantener nuestro espacio y crecer en la medida en que sea posible. Eso conlleva un gran esfuerzo en formación para mejorar las competencias comerciales. En la actualidad hay que tener una venta más proactiva, menos pasiva que antes. Tienes que acercarte más al cliente, explicarle lo que vendes, que ya no es sólo el cupón... Los vendedores deben tener unas capacidades comerciales que hace veinte años no eran necesarias.

„¿En qué medida les está afectando el juego ilegal?

„Es uno de los problemas serios, ya que ha crecido de forma importante en toda España. Según datos estimados, a nivel nacional hay unas 23 asociaciones que comercializan distintos juegos, con 3.900 vendedores, lo que supone un crecimiento del número de vendedores de juego ilegal del 10 por ciento anual. Es algo en lo que evidentemente ha influido la crisis. De estos vendedores, gran parte no son discapacitados, sino gente que aprovecha la imagen de discapacitado para obtener unos ingresos. Lo entiendo humanamente. Si te sacas cuatro euros de comisión y lo necesitas, es comprensible. El problema no son ellos, sino los que están detrás, aprovechándose de la situación de crisis para jugar con una discapacidad. Hablamos de más de 86 millones de euros anuales de facturación en todo el país fuera de control de Hacienda.

„¿Y en Balears?

„En Balears hay alrededor de unos 30 vendedores ilegales detectados y cuatro asociaciones, lo que supone unos 400.000 euros anuales. Están utilizando la imagen de la discapacidad en un país que es muy solidario, Balears especialmente. La gente tiene que saber que esas ventas no son para ayudas a los discapacitados, que no todos los que venden son discapacitados, que es un dinero fuera de los circuitos legales del país y que no hacen un sorteo propio sino que usan nuestra imagen y nuestro sorteo.

„En todo caso, la principal competencia de la ONCE es la de los juegos del Estado.

„Sí, esa es la mayor. En los últimos tiempos también han crecido en importancia los juegos por internet, que han tenido un importante crecimiento. El juego para nosotros supone dinero, pero también puestos de trabajo. Para la ONCE la venta de juegos de azar no sólo supone una ganancia económica, sino el potencial para generar trabajo porque nuestro modelo no es de beneficencia, sino de aportar a la sociedad. Por eso, aunque también hemos abierto la posibilidad del juego por internet porque no se puede vivir de espaldas a los tiempos, donde ponemos el esfuerzo es en la venta física. Nuestro plus es generar empleo y hacerlo fundamentalmente para personas con discapacidad.

„En 2013 entró en vigor la tributación de los premios de Loterías y Apuestas del Estado, Quinielas, ONCE y Cruz Roja. ¿Lo han notado en un descenso de ventas?

„Sí. Además le hemos demostrado al Estado que no ha logrado la recaudación que pretendía. Al final ha afectado al juego, no sólo a nosotros sino también a los juegos del Estado. Seguimos pidiéndole, con datos en la mano, que se retire esa medida. Nosotros tenemos una dimensión social, un compromiso con la sociedad en trabajo, en ayudas sociales, en colaboración internacional... El dinero que recaudamos no es para repartirlo en beneficios de los directivos, sino que lo reportamos a la sociedad y creemos que esa exención en nuestro caso merece la pena. Es un plus diferencial con el resto de juegos.

„La ONCE tiene esa visión social, pero también una imagen de empresa influyente.

„Históricamente había un grupo de empresas que pertenecía a la ONCE matriz y un grupo que pertenecía a la Fundación ONCE, que se nutre fundamentalmente del 3 por ciento de los ingresos brutos que obtiene la ONCE. La Fundación desarrolla dos tipos de programas, el relacionado con la accesibilidad y eliminación de barreras y el empleo de personas con discapacidad. Esa Fundación creo un grupo de empresas que tiene como objetivo fundamental contar con un porcentaje importante de empleo con discapacidad. Las empresas que había en ONCE matriz también buscaban el empleo de discapacitados, pero se buscaba más el beneficio económico para compensar el que los ingresos sólo procedieran de la venta del cupón. Eso ha ido evolucionando y ahora ya estamos en un momento de fusionar para que haya un solo grupo con una sola imagen, que busque el empleo de discapacitados por encima de todo. Lógicamente con ganancias, ya que de lo contrario no sería posible mantenernos.

„¿Qué tal son las relaciones de la ONCE con el Govern?

„Muy buenas.

„Las asociaciones de discapacitados han denunciado que los drásticos recortes de las ayudas por parte del Govern les ha obligado a desmantelar algunos servicios. ¿Le ha afectado a la ONCE?

„Formamos parte del CERMI, la plataforma de asociaciones de discapacitados. Les hemos apoyado en estos años difíciles, porque la disminución de los presupuestos ha hecho que las entidades que viven de las subvenciones pasen momentos duros. Les hemos ayudado todo lo que hemos podido en la interlocución con la administración. Creo que en general se ha reconducido bastante la situación, sobre todo en este último año, aunque sigue siendo de riesgo. Lo ocurrido en algunos casos ha sido un poco excepcional. La ONCE no recibe subvenciones de la administración. Nos autofinanciamos, por lo que no nos afectan los recortes presupuestarios de la administración. En todo ayudamos a las asociaciones a través de la Fundación.

„¿Qué le pediría a la administración balear?

„Que mantenga la sensibilidad que creemos que tiene y haga todos los esfuerzos para que la partida presupuestaria para el tercer sector y la discapacidad crezca. La población a la que atendemos está en riesgo de exclusión.

„Supongo que cuando alguien pierde la visión o nace ciego, ya no hay dudas en la sociedad a la hora de recurrir a la ONCE.

„No. De hecho, cuanto antes lleguen a nosotros mejor, porque cuanto antes empieza la atención, con todo el proceso de rehabilitación y adaptación a la nueva situación, es mejor tanto para la familia por el apoyo que se le puede dar psicológicamente como por ejemplo, cuando el afectado es un niño, para que comience cuanto antes empiece el entrenamiento y tenga el apoyo de un profesor. Nuestras claves son la solidaridad y la ilusión. En cuanto a la solidaridad, cuando nos han ido las cosas bien hemos abierto nuestros recursos al resto de la discapacidad y al tercer sector en general. En cuanto a la ilusión, porque cuando una persona ciega llega aquí, ayudamos a que una situación que puede ser un drama se convierta en tener un futuro. Eso me parece fascinante. Por eso es importante tener presencia en la sociedad para que la gente nos conozca y que sepa que si es necesario, estamos aquí.

„¿Lograrán que se declare el 11 de noviembre Día Europeo de la Ilusión?.

„Estamos peleando para conseguirlo, recogiendo firmas y apoyos institucionales para llevar a Bruselas la petición de que el 11 del 11 (noviembre) tenga esa declaración. La ilusión es un valor que la sociedad no puede perder y menos en tiempos de dificultades. Hasta en los peores momentos hay que buscar un rayo de luz, aunque sea muy pequeña la rendija por la que se cuele, y mirar hacia adelante.