Once inmigrantes fueron ayer interceptados por el Servicio Marítimo de la Guardia Civil sobre las rocas de una pequeña cala al sur de la isla de Cabrera, a la que llegaron procedentes del norte de África con una patera.

La delegada del Gobierno, María Teresa Palmer, informó por la tarde de que se trataba de "once ciudadanos extranjeros, todos varones jóvenes, en buen estado de salud y de nacionalidad aún por confirmar, que han entrado de forma ilegal en España". Los inmigrantes desembarcaron en el parque nacional marítimo-terrestre a bordo de una patera de fibra, de cinco metros de eslora y dos motores de entre 30 y 45 caballos, explicó Palmer. "El Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) de la Guardia Civil, que dispone de una cámara instalada en la parte más alta del parque, ha avistado a tres individuos no identificados en la parte alta de una cala de la zona sur de la isla, la que mira hacia el norte de África", resaltó la delegada.

El Servicio Marítimo que la Guardia Civil tiene permanentemente en Cabrera envió una embarcación hacia la zona, y detectó a ocho personas más, "que estaban situadas de forma peligrosa en las rocas de la cala", recalcó. Acto seguido llegó otra patrulla del Servicio Marítimo y un helicóptero, y los agentes procedieron al rescate de los inmigrantes y su traslado hasta el puerto de s´Estanyol, en Llucmajor. La delegada hizo especial hincapié en que durante todas las labores de rescate "primó el carácter humanitario, ya que acceder a los lugares donde estaban en la cala de Cabrera no fue nada fácil; el rescate ha sido peligroso", insistió.

Posteriormente, los inmigrantes fueron llevados al cuartel de Son Rapinya, en Palma, y entregados a la Policía Nacional, que es la competente para su devolución a los países de origen. Entre hoy y mañana serán trasladados a un centro de acogida temporal en la península, y desde allí serán devueltos a sus lugares de origen.

A la hora en la que María Teresa Palmer dio la rueda de prensa todavía se desconocía la nacionalidad de los inmigrantes; con todo, la delegada recordó que "hasta ahora la mayoría de los que han llegado a Balears han sido de origen argelino", por lo que dio como más probable esta procedencia. La delegada tampoco pudo detallar en ese momento si se había efectuado la detención del patrón, caso de poder ser éste identificado, ya que sobre él sí recaerían responsabilidades penales. Por contra, el resto son expulsados tras seguir los trámites.

"Son ciudadanos extranjeros que han entrado ilegalmente en España, y a los que se aplica la llamada ley de Extranjería", apuntó la representante del Gobierno central en las islas. Preguntada sobre si alguno de los radares instalados en la costa para controlar la inmigración ilegal detectó la presencia de estas personas ayer -y cuya eficacia algunas voces cuestionan-, la delegada dijo no poder responder -"no digo ni que no ni que sí"-, y se limitó a destacar que la cámara de vídeovigilancia sí funcionó con éxito. En cuanto a si se ha reducido el número de radares debido a los recortes, Palmer señaló que "no le consta".