El sindicato de enfermería (Satse) denunció ayer que el IB-Salut tiene previsto cerrar este verano casi 300 camas en los hospitales públicos de Mallorca, lo que supone bloquear una de cada cinco plazas de las que disponen (1.472 camas) en un periodo en el que la población de Balears se duplica por la afluencia de turistas y cuando las listas de espera, tanto quirúrgicas como para pasar consulta con el especialista, están disparadas.

Ya que, según los últimos datos facilitados por el Servei de Salut, correspondientes al cierre del segundo semestre del ejercicio anterior, había 14.140 pacientes esperando entrar en un quirófano con una demora media de 114 días, y 51.085 baleares más aguardando ser visitados por el médico especialista una media de 99 días.

En este último caso, con el decreto de garantía de demora vigente a principios de esta legislatura y derogado por la actual conselleria -que establecía dos meses como tiempo máximo de espera para la consulta con el especialista-, el Servei de Salut se habría visto obligado a sufragar estas consultas a todo aquel paciente que, harto de esperar, hubiera decidido acudir a la sanidad privada.

DIARIO de MALLORCA hizo el sábado un recuento de los recursos que tenía previsto cerrar o bloquear el Servei de Salut durante estos meses estivales recurriendo a fuentes propias ya que el IB-Salut aseguró que no disponía de los planes de las diferentes gerencias hospitalarias. Y este recuento, sin contabilizar los recortes de Son Espases, arrojaba un total de 155 camas cerradas en estos meses, la mitad de las contabilizadas por Satse que, eso sí, contemplan los ajustes que hará el hospital de referencia de esta comunidad.

Así, según las cuentas manejadas por el sindicato de enfermería, aproximadamente 100 de éstas camas clausuradas serán en Son Espases; 79 en Son Llàtzer; 8 en Can Misses; 18 en Manacor; 18 en Inca; 25 en el Hospital General y 33 en el Joan March.

El Satse no pudo facilitar el número exacto del cierre de camas en el hospital de referencia, con un margen de error de 10 camas arriba o abajo, por las dificultades que se le han puesto desde la gerencia de Son Espases y desde la conselleria de Salud, denunció en el comunicado.

Sin datos de quirófanos

El sindicato de enfermería tampoco dispone del número de quirófanos que se cerrarán pues a 7 días del inicio del plan de verano, que comenzará en el hospital de la carretera de Valldemossa el 1 de julio, no se ha facilitado esta información ni a los trabajadores afectados.

El Satse ya denunció el pasado viernes que el IB-Salut había dado orden expresa de no dar la información del cierre de camas, en especial a ellos, por lo que esta formación consideró que la "Administración vulnera una vez más el derecho de este sindicato a la información que en esta ocasión no sólo afecta a los profesionales de enfermería sino también a los usuarios", recalcó al tiempo en que incidía en el hecho de que el IB-Salut es una Administración pública.

Esta ha sido la causa por la que ha ordenado a sus delegados en cada hospital que contabilicen uno por uno los servicios que se mantendrán y los que quedarán sin uso durante el verano.

Pese a que la conselleria de Salut justifica año tras año el cierre de recursos sanitarios alegando una menor actividad asistencial en los meses estivales, el sindicatlo de enfermería recordó que el año pasado salieron a la luz actas internas del consejo de dirección de la conselleria de Salud en las que se desvelaba la orden de economizar entre 3 y 4 millones de euros con el plan de ahorro de verano a la vez que se pedía "trasladar a la opinión pública" que el bloqueo de camas se debía a un ajuste por la baja demanda, es decir "mentir a los ciudadanos pues la presión demográfica de Balears se duplica en verano", interpretaron los representantes sindiacles de los enfermeros. El Satse concluyó preguntándose en cuánto dinero se ha estimado el ahorro de este verano y recordando que para este Govern siempre han primado más los criterios económicos que la atención a los usuarios de la sanidad pública.

Por su parte, el Servei de Salut respondió que cada verano se cierran camas en los hospitales públicos porque disminuye la demanda sanitaria y porque el personal sanitario disfruta de sus vacaciones. "En ningún caso se trata de una medida nueva ni de ahorro", sino de lograr la "máxima eficiencia" de los recursos públicos y una gestión "responsable", recalcó el IB-Salut.