Las patronales de salas de fiesta y de Restauración-Caeb remitieron ayer a la federación hotelera de Mallorca su propuesta para intentar alcanzar un acuerdo con los sindicatos en la negociación del convenio de hostelería y evitar así la convocatoria de una huelga en pleno mes de julio. La idea promovida por los presidentes de estas dos organizaciones, Jesús Sánchez y Pilar Carbonell respectivamente, contempla un convenio de un solo año de duración, en el que se dejen de lado todos los temas que provocan el rechazo de UGT y de CC OO (como la externalización de las plantillas) para poder volver a negociarlos a partir de noviembre, y a cambio se pone sobre la mesa una subida salarial moderada, que se podría mover entre el 0,5% y el 1%.

El presidente de la asociación de salas de fiesta reconoce que se trata de una iniciativa destinada a romper el actual bloqueo de las negociaciones, de ahí que se trate de un acuerdo de muy corta vigencia (doce meses) y subida de salarios moderada. El resto del convenio mantendría el mismo redactado que el que acaba de concluir. Jesús Sánchez señaló que eso no conlleva el que los hoteleros renuncien a su pretensión de flexibilizar el sistema de llamamiento de los fijos discontinuos y de favorecer la externalización de las plantillas, sino solo de aplazarla. Así, la propuesta contempla que se mantengan las mesas técnicas ya existentes para volver a tratar estas cuestiones a partir del próximo mes de noviembre, y buscar un posible acercamiento antes de que se tenga que negociar el siguiente convenio, en abril de 2015.

La asociación de Restauración-Pimem, presidida por Alfonso Robredo, ha optado por no secundar esta iniciativa, al defender un acuerdo de al menos dos años de vigencia.