­Las consecuencias políticas que conllevará la sentencia sobre la posible incompatibilidad José Ramón Bauzá para simultanear la presidencia del Govern con su farmacia y demás negocios privados desató el nerviosismo y la máxima expectación ayer en el Parlamento, tanto entre el PP como en la izquierda.

A la misma hora que los cinco magistrados del Tribunal Superior de Justicia deliberaban el fallo del contencioso interpuesto por PSOE y Més contra Bauzá, que se conocerá hoy y que puede acarrearle la inhabilitación, gobierno y oposición se enzarzaban en un nuevo rifirrafe. El vicepresidente del Ejecutivo y mano derecha de Bauzá, Antonio Gómez, acusó a la bancada socialista de falta de respeto al presidente y de pretender influir sobre los jueces con juicios paralelos. Además, lamentó que precisamente en el último pleno del periodo ordinario la diputada del PSOE Pilar Costa volviera a traer a colación el contencioso sobre la supuesta incompatibilidad de Bauzá.

En la sesión de control, Costa aseveró que después de tres años en el poder, "el señor Bauzá está amortizado", y añadió que pese al respaldo mayoritario que el líder del PP balear obtuvo en las urnas Bauzá "no está legitimado para crear problemas donde no los hay", ni tampoco "para odiar a nuestra lengua", en referencia al catalán propio de Balears.

"El problema real es la incompatibilidad del presidente", apuntó la parlamentaria socialista, quien aludió a la deliberación que estaba teniendo lugar en ese mismo momento muy cerca de la Cámara autonómica, en la sede del Tribunal Superior de Justicia de las islas. Entonces, Costa lanzó este mensaje: si finalmente Bauzá resulta declarado incompatible, lo que debe hacer es "marcharse y no escudarse en un recurso" -la estrategia del Consolat ante un veredicto desfavorable es ganar tiempo apelando al Supremo-, ya que, enfatizó la socialista, de otro modo estaríamos ante "la estafa mayor que este Govern habrá perpetrado contra la ciudadanía".

Las palabras de Costa encendieron a Gómez, quien volvió a denunciar la "estrategia de acoso y derribo" de la oposición, encaminada únicamente a "ensuciar el buen nombre del presidente". El vicepresidente recordó que en octubre de 2012 un dictamen emitido por "dos altos funcionarios independientes" -expresión que provocó al sorna en la bancada de la izquierda- ya exculpó a Bauzá de haber incurrido en cualquier incompatibilidad.

Para el Ejecutivo del PP, esta situación no ha variado a día de hoy, de ahí que Gómez afirmara una vez más, a las puertas de conocer la sentencia que decidirá el futuro político de Bauzá, que a éste "le adorna [sic] la más absoluta legalidad para ejercer de presidente". La frase también provocó comentarios en los escaños de PSOE y Més, que motivaron varias llamadas de atención de la presidente del Parlamento, Margalida Durán.

Reproche por el día

En su intervención, visiblemente irritado, Gómez recriminó a Costa que incluso en el último pleno del Parlamento antes de las vacaciones veraniegas reiterara el asunto de los negocios del presidente: "Como usted sabe, hoy es el día señalado por el Tribunal Superior para deliberar", recordó el vicepresidente, razón por la cual la oposición "debería no influir" en los jueces. "Una muestra de respeto a la Justicia y a la ciudadanía a la que pretende gobernar es que hoy no hubiera formulado esa pregunta", espetó Gómez a Pilar Costa.

En su turno, la portavoz del PSIB-PSOE, Francina Armengol, también aprovechó para sacar a relucir la posible incompatibilidad del presidente. "Señor Bauzá, hoy tampoco es un día normal", afirmó la socialista, parafraseando una de las consignas de los docentes en sus protestas contra el Tratamiento Integrado de Lenguas (TIL). Armengol aludió al ´cónclave´ de magistrados que estaba desarrollándose a la par, y emplazó a Bauzá a que desvelara si se parapetaría en el Consolat ante una resolución judicial desfavorable para sus intereses, o por el contrario asumiría responsabilidades políticas: "Estaría bien que nos dijera qué hará, señor presidente, si le declaran incompatible". No hubo respuesta, Bauzá en su réplica evitó hacer la más mínima mención al asunto.

"¿Sabéis algo?"

Mientras todo esto acontecía en el interior del hemiciclo, en los pasillos del Parlamento la deliberación de los cinco magistrados de la Sala de lo Contencioso-Administrativo era la comidilla, sobre todo entre los diputados de la oposición.

"¿Han dicho nada?", "sabéis algo?", eran algunas de las preguntas más repetidas a los periodistas que formulaban los parlamentarios del PSOE y Més.

Las cúpulas de ambos partidos desconocían por completo el sentido que podría tener la sentencia, y todo eran cábalas.

En las filas socialistas se defendía, como ha venido sucediendo hasta ahora, que "por coherencia" el fallo debe declarar incompatible al presidente, tal y como ya hizo la misma Sala en noviembre de 2007, cuando sentenció que la exconsellera de Sanidad Aina Salom (PSOE) había incurrido en incompatibilidad al haber ejercido el cargo a la vez que era titular de una farmacia en Palma. "No se entendería que los mismos jueces cambiaran ahora su criterio y por ser Bauzá le exoneraran de ser incompatible", refunfuñaba una diputada del PSOE.

Errar el tiro

Entre los comentarios vertidos por los diputados de la oposición también era recurrente que algunos se interpelaran sobre si la posible inhabilitación de Bauzá beneficia electoralmente a la izquierda: "Siendo realistas, es el mejor candidato que puedes tener enfrente, nadie como él ha crispado tanto a la sociedad y se ha creado tantos enemigos, incluso dentro de su propia casa".

Entretanto, fiel a su estilo, el protagonista transmitía una imagen de aparente tranquilidad. Con todo, ayer el núcleo duro del Govern se blindó en el Consolat para preparar la estrategia con que salir hoy, una vez la sentencia sea pública.

Todo indica que Bauzá ya sabía ayer por la tarde si puede o no seguir en el cargo.