La educación es el germen de todo. Y al círculo vicioso que supone el bajo nivel de cualificación de la población en general y su repercusión en los resultados de los escolares, hay que sumar más efectos a largo plazo, como los niveles de paro y de ocupación y el de los ingresos. El último informe del ministerio de Educación recoge que la tasa de actividad de la población crece según su nivel educativo. Así, en Balears y según datos del 2013, la tasa de actividad en la población de entre 25 y 64 años con solo Educación Primaria es del 65,6%. La tasa sube al 83% entre los que sí tienen la ESO y hasta el 89% entre los que tienen formación secundaria de segunda etapa. Entre los que tienen estudios universitarios o FP de grado superior la tasa de actividad es del 91,4%, el segundo porcentaje más altos del país. Así, la tasa de desempleo entre los ciudadanos que solo tienen estudios primarios es del 33% frente al 11,6% que registran los universitarios isleños. El Ministerio constata que los ingresos anuales medios en España (que en 2011 fueron de 15.310 euros) aumentan según el nivel de estudios y la diferencia de ingresos entre alguien que no tiene la ESO y un universitario es de 8.573 euros.