La juez Concepción Moncada, del juzgado de lo Penal número 1 de Palma, ha dictado la primera sentencia condenatoria contra un integrante del movimiento social del 15M, que protagonizó un incidente con la Policía. La sentencia le declara culpable de una falta de desobediencia y le impone una multa de 150 euros. Sin embargo, la juez rechaza la propuesta de la fiscalía, que no perseguía al acusado por falta, sino por delito, y reclamaba una condena de un año de prisión. La magistrada no contempla la posibilidad de sancionarle con pena de cárcel y le impone una multa económica.

El acusado, Lluc Adriá C.M., de 22 años de edad, protagonizó este incidente en la tarde del día 4 de julio de 2011. Ese día se celebró una concentración con motivo del movimiento de protesta del 15M. El día anterior la Policía había desalojado a las personas que habían establecido un campamento en la Plaza España. Precisamente, la concentración, que no estaba autorizada por la Delegación del Gobierno, se organizó como muestra de protesta por la actuación policial.

Según detalla la sentencia, los policías conminaron a los manifestantes a disolverse, debido a que la concentración no disponía de autorización y por tanto era ilegal. "Lejos de deponer su comportamiento", el grupo inició una marcha por varias calles de Palma, según detalla la magistrada. Durante el recorrido algunos de ellos arrojaron a la calle la basura acumulada en las papeleras que encontraban por la calle. Hubo varios de ellos que circularon por la calzada, poniendo en peligro a los conductores de los vehículo.

De regreso a la Plaza España, cuando uno de los agentes intentaba desalojar la zona, fue zarandeado por varios manifestantes que no logró identificar. Sin embargo, sí vio como el acusado le empujaba, por lo que se le detuvo. La sentencia señala que el joven no opuso resistencia activa alguna al arresto.

A pesar de que el acusado negó que hubiera enfrentado al policía, la magistrada se basa en la declaración de tres agentes que intervinieron en el incidente y que identificaron al joven.

No coincide la juez con la opinión de la fiscalía, que mantenía que el joven agredió al policía para evitar su detención. La magistrada reconoce que el joven desatendió las órdenes de que abandonara la plaza. Sin embargo, cree que no se ha demostrado que el manifestante usara la fuerza para enfrentarse con el policía. Por ello, en vez de delito se le sanciona por una falta.