­La podóloga de Joan Veny visitó Sevilla y al entrar en un bar tuvo dificultades para entender lo que decían allí los animados contertulios. Sin embargo, al encender la televisión del bar esas dificultades desaparecían y la podóloga de Joan Veny pudo entender perfectamente lo que el presentador decía.

Y con esta anécdota resumió Veny "la absurda confrontación" que "algunos" han querido crear entre la modalidad estándar, "una convención que tiene un tradición de siglos", y las variedades insulares del catalán, "que aportan creatividad y dan valor a la lengua". Así lo narró ayer este miembro del Institut d´Estudis Catalans (IEC), en un acto organizado por la institución en el club de este diario en el que quedaron pocas sillas libres. Entre los asistentes estaba Aina Moll, cuya presencia provocó un largo aplauso.

Maria Antònia Fornés, vicerrectora de Cultura y Proyección Social de la Universitat (que colaboró con la organización), presentó la mesa redonda y recordó, por enésima vez en lo que va de legislatura, que la UIB es la institución oficial de consulta en materia lingüística según establece el Estatut d´Autonomia.

Isidor Marí, presidente de la Sección Filológica del Institut, abrió los parlamentos señalando algunas ideas claves en las que después coincidirían todos los participantes (también miembros del IEC), como Joan López, del Institut Menorquí d´Estudis; Enric Ribes, del Institut d´Estudis Eivissencs; Joan Miralles, profesor de la UIB y Nicolau Dols, decano de la facultad de Filosofía y Letras.

Comenzó lamentando que los "supuestos defensores de las modalidades insulares" están generando confusión al confrontarlas con el catalán normativo cuando "no son procesos incompatibles". El estándar es propio de la literatura y el ámbito formal "se enriquece con las variación y la creatividad expresiva de las modalidades", propias del hablar coloquial. De hecho, se necesitan entre sí y todas son necesarias para la lengua catalana: "El catalán estándar no solo no es una amenaza para las modalidades, sino que es un condición para la cohesión de la lengua". Con todo, cree que al tergiversar la historia y los principios filológicos estos grupos solo persiguen "erosionar el catalán", que está sufriendo ahora mismo "una ofensiva general".

Marí recordó que "todas las lenguas necesitan una modalidad estándar" y advirtió de que las lenguas más amenazadas del mundo son precisamente las que no tienen esta variedad. Salieron a colación además varios nombres históricos que defendieron las modalidades insulares haciendo también su aportación a la creación de una versión común, de Ramon Llull a Joan Alcover, Miquel Costa i Llobera, Salvador Galmés, Francesc de Borja Moll "o Marià Villangómez", apuntó el eivissenc Ribes, que subrayó que "los que mejor han defendido las modalidades son los que también han defendido la unidad de la lengua". A los que rechazan la versión estándar como una "imposición del catalán de Barcelona", Marí les recordó las ingentes aportaciones hechas desde las islas a la creación de esta modalidad común.

Nicolau Dols, miembro de la Sección Filológica del IEC desde hace poco más de dos semanas, concluyó el acto de forma contundente al decir que "ni gramáticas ni modalidades, el principal problema de la lengua catalana hoy es que el Govern de les Illes Balears no hace lo que debería: impulsar la normalización de la lengua catalana". En tono combativo, recordó que con iniciativas como el intento de desterrar el estándar de los informativos de IB3 el Govern incumple el Estatut d´Autonomia y "perjudica así la unidad y la integridad de la lengua".