En los últimos tres años, Marivent se ha convertido en el eco de un palacio para doña Sofía. Un eco amortiguado por la frecuente compañía de su hermana, la princesa Irene de Grecia, y las visitas fugaces del resto de miembros de Casa Real. Desde 2010, la Reina es el único miembro de la Familia que cumple gustosamente con la Semana Santa y el mes de agosto entero en la isla, combinando sus compromisos humanitarios -el pasado verano visitó las dependencias de Cáritas Mallorca- con momentos de descanso. Mientras la Reina ha afianzado su presencia en la isla, Don Juan Carlos ha ido reduciendo progresivamente sus jornadas de ocio mallorquinas a algo menos de una semana, limitándose a cumplir con sus actos oficiales.

¿Qué ha pasado con los Príncipes? Sin ánimo de recordar el malestar vacacional de Letizia en la isla, verbalizado por ella misma en 2010, basta sumergirse en la hemeroteca para comprobar que en 2013 los futuros reyes pernoctaron una semana escasa en Son Vent, a fin de efectuar tres apariciones protocolarias: el paseo-posado con las pequeñas infantas en La Granja de Esporles, la cena de despedida a las autoridades locales que el Monarca programó al día siguiente de su llegada y la entrega de trofeos de la Copa de Vela, con don Felipe solo aunque respaldado por sus compañeros de regatas. El año pasado no hubo ni imagen -la más espontánea del álbum estival monárquico- en el concierto de Jaime Anglada. Frente a unas visitas cada vez más exprés y con unas vacaciones privadas habituales ya fuera de España, cabe preguntarse si los hasta ahora Príncipes de Asturias romperán el ritual de las vacaciones oficiales en Mallorca y qué sucederá con Marivent, el palacio cuyo uso cedió a los reyes en 1973 la Diputación Provincial.

Traspaso de residencias

Con la abdicación en su hijo, todos "los privilegios" de don Juan Carlos como Jefe de Estado, comenta el catedrático de Derecho Constitucional Joan Oliver Araujo, "pasan directamente a Felipe". Entre ellos, hay que nombrar sus residencias: "La Zarzuela, Marivent por supuesto y otros lugares vinculados a la Corona y a Patrimonio Nacional", enumera el catedrático de la UIB. Un traspaso que podría tener consecuencias para la isla, en concreto en lo referente a Marivent. ¿Podría pedirle el Govern al futuro monarca si tiene pensado mantener el palacio como residencia vacacional? "Sí, claro, el Ejecutivo podría hacerlo de manera discreta", refiere el catedrático. "Es muy posible que Felipe conteste que desea mantener el uso del edificio pensando en el descanso de sus padres", comenta Oliver. Una decisión que encajaría perfectamente con la fuerte querencia que siente la Reina por Mallorca y por la ligazón que guarda con la sociedad balear y algunas de sus entidades solidarias más importantes, entre ellas Projecte Home. Si finalmente Marivent lo siguieran disfrutando don Juan Carlos y doña Sofía, ¿quiénes podrían pernoctar en Son Vent: la familia Ortiz Rocasolano? Es una incógnita.

Desde el punto de vista jurídico, detalla el especialista en Derecho Constitucional que la cesión de Marivent "es revocable y renunciable". "El Ejecutivo puede anular la concesión del palacio en favor de la ciudadanía si así lo considera. O don Felipe puede renunciar a él habida cuenta del escaso uso que hace del mismo", explica. "La monarquía está en una situación complicada ahora mismo", considera Oliver, "en primer lugar por la cantidad de votos que obtuvieron en las europeas las formaciones republicanas y en segundo, por el caso Urdangarin", añade. "Este príncipe o nuevo rey tendrá que hacer muchas cosas para granjearse la simpatía de la gente, como ya hiciera su padre en su época. Devolver Marivent a la ciudadanía podría ser un acto que mejoraría su imagen", observa. Una postura que también ha defendido Més per Mallorca en varias ocasiones. Y es que hay que recordar que desde 2011 no han faltado las voces críticas con el Govern, institución que, mientras laminaba la partida de ayudas sociales, desembolsaba 1,2 millones de euros para el mantenimiento del palacio.

Pese a ello, es de justicia recordar que la cesión de Marivent a la monarquía ha producido numerosos beneficios a la comunidad. Sobre todo, a nivel de promoción turística. La gran mayoría de mandatarios (Mijaíl Gorbachov, Clinton), financieros, reyes (los Príncipes de Gales, Hassan II de Marruecos, Balduino y Fabiola de Bélgica), estrellas de Hollywood y otras grandes personalidades llegaron a la isla sólo después de que Mallorca cediera el palacio a la Familia Real en 1973. Un palacio ubicado en un solar de 33.000 metros cuadrados que entregó la viuda del pintor Juan de Saridakis a la Diputación con la condición de que lo abriera al público como museo para exhibir mil trescientas obras de arte de diversas épocas, una biblioteca de dos mil volúmenes y un centenar de muebles de distintos estilos. Sin embargo, el obsequio a la Familia Real se impondría al altruismo del arte. Todo para consolidar la corona como una marca positiva para la isla.

La residencia estival de los Reyes siempre fue una prioridad en la agenda política de Balears. Cuando el palacio se quedó pequeño, las autoridades locales movieron ficha con Son Vent: Marivent había resultado demasiado ventajoso como para arriesgarse a que otras comunidades derrocharan generosidad de propiedades con don Felipe. Con los terrenos colindantes al palacio de Cala Major, creyeron atar la sucesión de los veranos. Pero en 2004 llegó Letizia. Y su escaso interés por una isla acostumbrada a la exclusividad de la Familia Real. Con ella se impuso hacer las cosas porque "tocaba" y retirarse a descansar a otro lugar lejos de la isla.

La soledad de la Reina

La morada que fue un día vivienda de familia numerosa y en armonía (hay una imagen de la Agencia Efe con todos los miembros sentados y relajados en la escalinata de palacio, con el perro a los pies de Cristina) se ha ido convirtiendo poco a poco en un eco de aquel pasado. Primero, se anularon los posados inmortalizados en Marivent, las llegadas de los miembros de Casa Real se escalonaron y las estancias se acortaron. Incluso el Rey renunció al Fortuna, uno de los emblemas de los veranos regios. El eco reciente que ha escuchado en soledad la Reina dentro de los muros de Marivent es revelador, pero soportable para alguien que ama Mallorca como ella. Un amor que su hijo -su favorito- a buen seguro prolongará. Doña Sofía es la reina de Marivent.