­Mallorca, Menorca, Eivissa, Formentera y Cabrera. Esta última, la quinta isla balear, un auténtico tesoro del Mediterráneo al ser un bello parque natural marítimo-terrestre protegido, se ha abierto al turismo. La decisión del Govern Bauzá tiene sus defensores y sus detractores, pero lo cierto es que desde el pasado 1 de abril cualquier ciudadano puede dormir al menos una noche en el albergue; disfrutar del paisaje y del rico patrimonio; realizar rutas a pie de varias horas de duración (sobresale la del Far de n´Ensiola); darse un baño aguas cristalinas y contemplar espectaculares puestas de sol. Una nueva oferta de lujo.

Declarado parque nacional en 1991, en verano de 2009 las competencias fueron transferidas a la Comunidad autónoma de las Illes Balears. De todos es sabido que en estos años de crisis ha habido discutidos recortes en la vigilancia, críticas por el grave descontrol y polémicas como por ejemplo la de los saraos de altos cargos del PP a base de langostas y champán. Paralelamente, el caro e infrautilizado centro de visitantes-acuario de Cabrera, en la Colònia de Sant Jordi, impulsado por Jaume Matas e inaugurado con mucho retraso en 2008, ha vivido muchos vaivenes y no cumple con las expectativas, entre éstas la previsión de Madrid de acoger "la cifra razonable de 500.000 visitantes al año". La falta de promoción es evidente y muchos ciudadanos tachan la iniciativa del expresidente y exministro de "auténtico fracaso".

Mediante la página web cvcabrera.es pueden realizarse las reservas (antelación máxima de tres meses) del nuevo refugio de Cabrera, habilitado en uno de los edificios que conforman el complejo del antiguo destacamento militar. "Vive el paraíso del Parque Nacional de Cabrera", se publicita. Dispone de 24 plazas distribuidas en doce habitaciones dobles con baño. El precio por habitación es de 60 euros en temporada alta y 50, baja. La estancia máxima en temporada alta, de junio a septiembre, es de una noche, y de dos en la baja, de febrero a mayo y de octubre a noviembre. Permanecerá cerrado los meses de diciembre y enero.

El dinero de la reserva no se devolverá en ningún caso por causas meteorológicas, "a excepción de que estas impidan el transporte a la isla". Hay que advertir que personas que ya se han alojado en el albergue cuestionan los precios de los viajes, saliendo en su conjunto "excesivos".

De hecho, en la web cvcabrera.es se avisa: "Al albergue se accede por mar, y el precio de la reserva no incluye el transporte desde/hasta Cabrera". Dos empresas cubren las idas y vueltas y muchos ciudadanos consideran que Govern y empresas deberían sentarse en una misma mesa para una mejor coordinación y alcanzar un consenso para aplicar unas tarifas más económicas.

El Patronato del Parque dio luz verde a este nuevo servicio de alojamiento, dirigido especialmente a los visitantes que no disponen de embarcación donde pernoctar, con el objetivo de "ampliar la oferta de uso público y acercar el parque a la ciudadanía".

Según ha podido comprobar Diario de Mallorca, el elevado coste de los trayectos en barco ha motivado múltiples cancelaciones y la media de ocupación en el albergue (del 1 de abril hasta la fecha) no supera el 15%.

A diferencia de en Mallorca, Menorca, Eivissa y Formentera, en Cabrera no hay souvenirs, quioscos, supermercados, restaurantes, pubs... La vieja cantina vende bebidas, bocadillos, tablas de queso, jamón, pulpo, etc. Sus precios también son objeto de frecuentes quejas: 2,50 euros una Coca Cola. Eso sí, se respira increíble tranquilidad. La palabra ´estrés´, un manifiesto sinsentido. En contraste, las sargantanes, desde abril de este 2014 más ajetreadas.