Las cuarenta agrupaciones de voluntarios que ayudaron a plantar cara al peor incendio de la historia reciente de Mallorca recibieron ayer la Medalla al Mérito de Protección Civil. La concedió, en su categoría de Bronce, con distinto Azul, el Ministerio de Interior a petición del Govern balear, así que en el Ayuntamiento de Andratx, sede de la ceremonia y corazón de la lucha contra el fuego que arrasó el pasado verano más de 2.000 hectáreas de la Serra, estaban ayer tanto el máximo representante de la comunidad, el president Bauzá, como el director general de Protección Civil del Gobierno Central Juan Díaz Cruz. Uno y otro coincidieron en ensalzar "la rapidez de respuesta", así como "la motivación, generosidad y espíritu de sacrificio" de los voluntarios y los profesionales, en total 800 personas, que participaron durante veinte días en el gigantesco dispositivo de extinción.

"El incendió no se apagó, lo apagasteis", resumía Bauzá, que se acordaba también en su agradecimiento de los equipos profesionales de emergencias, los bomberos, las brigadas de refuerzo que envió el Gobierno central, la Unidad Militar de Emergencias (UME) y los 29 medios aéreos que protagonizaron una lucha que duró un "mes duro y triste", recordó Bauzá, durante la que se realizaron más de 3.500 descargas de agua y hubo que desalojar a 750 vecinos. Para ello fue imprescindible al aportación de los voluntarios, subrayaba el president, que concluía pidiendo a los ciudadanos "precaución" para evitar nuevos incendios en el verano que se avecina.