La consellera insular de Medio Ambiente de Eivissa, Pepa Costa, elevó verbalmente hace unos días una queja a la directora general de Medio Natural del Govern, Neus Lliteras, por el trato que recibió el técnico de Medio Ambiente de la institución insular por parte del promotor alemán Matthias Kühn y su pareja, la artista Norma Duval, en una tensa reunión de la subcomisión técnica de Xarxa Natura en la que se informó a favor de la instalación este verano de 73 sillas y 18 mesas en el quiosco de Tagomago, dos baños, cinco boyas y una plataforma.

Según las fuentes consultadas Kühn y Duval, que pudieron participar en la reunión como promotores del proyecto, increparon y tacharon tanto al técnico del Consell como al de Santa Eulària, también presente, de “mentirosos”.

Los dos técnicos de Eivissa fueron los únicos que votaron en contra de la autorización de las concesiones temporales solicitadas por Matthias Kühn. La Comisión Balear de Medio Ambiente (la ponencia política) es el órgano que ahora debe dar el visto bueno definitivo o no la propuesta de los técnicos de Xarxa Natura.

El momento de mayor tensión se produjo cuando el técnico del Consell pitiuso exponía que, según su criterio, el antiguo quiosco del islote, publicitado en Internet por los promotores como beach club, había sido ampliado sin autorización (se constató en una inspección que se hizo junto a agentes del Seprona y GEAS de la Guardia Civil en octubre del año pasado).

Según las fuentes consultadas, el promotor se levantó (los interesados se sientan detrás de una mesa redonda donde se ubican los técnicos) y se dirigió hacia el técnico del Consell con una fotografía aérea del islote de hace años para tratar de desmontar su argumentación.

Le emplazó a que la mirara y ante la negativa del técnico del Consell, Kühn insistió “a gritos” y “muy nervioso” en que observara la imagen para que, según él, viera que el quiosco no había sido ampliado.

Nadie intervino para pararlo

El técnico de Santa Eulària cuestionó a la presidencia de la subcomisión de Xarxa natura, que ese día ocupaba Neus Lliteras, si no iba a hacer nada para detener la tensa escena que se estaba viviendo, pero esta no respondió. Ningún otro miembro de la subcomisión de la Xarxa Natura dijo nada.

Previamente, Norma Duval había interrumpido la intervención del técnico de Santa Eulària, al que acusó de mentir al afirmar que los baños instalados podían verter al mar.

Cuando le tocó el turno al técnico del Consell, la artista le preguntó “si era de los verdes”. El representante de la institución le explicó que no formaba parte de ningún partido y que su función se limitaba a hacer una propuesta técnica y que se podía equivocar pero nunca intencionadamente

Las fuentes consultadas también señalan que los promotores argumentaron en otro momento de la reunión que desde Eivissa hay una “visión negativa” del proyecto previsto en Tagomago de forma “premeditada”.

La consellera insular de Medio Ambiente, Pepa Costa, llamó a Lliteras tras la reunión para “quejarse por la situación que se había producido”, según explicó ayer a este diario un portavoz de la institución insular.

El técnico explicó a la consellera que se había sentido “coaccionado y presionado”, según las fuentes consultadas. El portavoz del Consell explicó que se ha encargado al técnico un informe con el relato de los hechos para decidir si se eleva una protesta formal por escrito a la Comisión Balear de Medio Ambiente.

Por su parte, un portavoz del Ayuntamiento de Santa Eulària confirmó que los promotores de Tagomago habían puesto “en duda la profesionalidad” de su técnico y “le acusaron de no decir la verdad en el informe que había elaborado”.

Este informe, que es en el que se ha basado ahora el Consistorio para dejar sin efecto el acuerdo de la Junta de Gobierno de febrero en el que se informaba a favor de las concesiones solicitadas por Kühn, llegó esa misma mañana por fax a la conselleria balear de Medio Ambiente.

El documento señala que la mayoría de los elementos solicitados por Kühn ya están instalados y que hay otros para los que no se ha pedido autorización.

El portavoz del Ayuntamiento agregó que las formas mostradas por los promotores en la reunión fueron “poco adecuadas” y “muy desagradables”, aunque no se le quiere dar mayor importancia. “Para nosotros es una cuestión menor, muy secundaria. Que se comporten de una manera u otra no nos condicionará nuestra forma de trabajar ni nuestro parecer”, dijo.