Fue el número 1 de su promoción en el Queens College y mientras estudiaba la carrera en Cambridge logró el mejor expediente un par de años. Joan Groizard Payeras es otro de los cerebros fugados de la isla y del país. Tras graduarse en Inglaterra volvió para buscar trabajo, pero tuvo que volver a Gran Bretaña para encontrar un trabajo de su especialidad. Inquieto, comprometido y ecologista, está ahora inmerso en la campaña para las elecciones europeas. Miembro de Equo, es el candidato número 13 de la coalición Primavera Europea. Nacido en Palma en 1989 está entre los candidatos europeos más jóvenes.

-¿Es otro de nuestros cerebros fugados?

-Lo de cebrero no sé, pero si quería trabajar de lo mío no podía quedarme en Mallorca. Mis compañeros ingleses no entienden qué hago allí, que la gente formada se tenga que ir allí a trabajar.

-¿Cómo acaba un chaval de 25 años como candidato a las elecciones europeas?

-Hace dos años y medio me metí en la Red Equo Joven, que son como las Juventudes Socialistas o las Nuevas Generaciones, pero de Equo. Estamos muy desperdigados y se hace mucho trabajo on-line. Ahora es la primera vez que Equo se presenta a unas elecciones europeas y se hicieron unas primarias abiertas a todo el mundo. Todo el mundo podía presentarse y todo el mundo podía votar. En estas elecciones quedé comoquinto candidato, pero como Equo se presenta en la coalición Primavera Europea con otros partidos, como Compromís, en lista conjunta voy en el número 13.

-¿Por qué Equo?

-Siempre me ha atraído el tema medioambiental. Luego vi que a nivel social si quieres cambiar las cosas has de convencer a la gente. Y me gustó la idea de crear un espacio para la juventud y de hacerlo on-line. Además, como español viviendo en Inglaterra el tema de Europa me interesa mucho.

-Trabaja en energías renovables, ¿en España se ha frustrado su avance?

-Sí, primero hubo un boom, pero con la crisis y el pretexto de los recortar se lo cargaron, y eso a pesar de que era un sector que todavía tiraba para adelante creando empleo y trayendo dinero de fuera. Se formó mucha gente, y muy bien, y se han tenido que ir fuera.

-El mensaje que nos transmiten para acabar con ellas es que no son rentables, ¿es verdad?

-No, pueden ser rentables. Y especialmente en las islas son una opción muy interesante. Canarias es líder y la isla de El Hierro ya es autosuficiente. Mallorca sería un caso más especial, pero también podría ser autosuficiente, apoyándose en el cable ya existente en las épocas de temporada alta y mayor consumo y exportando la energía que sobre en temporada baja. No tiene sentido que Alemania, con el clima que tiene, sea líder en energía solar (la mejor prueba de que es rentable) y que España, donde tenemos sol mucho más días al año, no apueste por esto.

-Estará en contra de las prospecciones en el Mediterráneo.

-Sí. Estoy contento porque se ha conseguido que la campaña llegue a Londres, en el metro en los diario gratuitos ves fotos de Eivissa diu no y la gente habla del tema. Estoy en contra por un lado por el daño al ecosistema y al turismo que supondría cualquier accidente; y por otro lado porque creo que es el momento de plantearse qué modelo energético queremos. Hace dos décadas nadie se planteaba buscar petróleo en el Mediterráneo porque resulta carísimo; ahora ya compensa hacer cosas que antes ni se planteaban porque el petróleo se está acabando. Además, esto no sería como en Noruega, donde el dinero se queda en el país y se destina a gastos sociales; aquí nos llevaríamos los problemas pero no los beneficios.

-¿La conciencia verde española está lejos del resto de Europa?

-Sí, vamos retrasados aunque se está produciendo un cambio. No estamos hablando de volver a la cueva, sino de conservar una calidad de vida pero sin despilfarrar.

-Estamos en crisis y el trabajo es una de las principales preocupaciones ciudadanas. Puede que coincida con su programa medioambiental, pero ¿es sólida su propuesta económica?

-Sí, nosotros planteamos lo que llamaríamos un Green New Deal. Para salir de la crisis en lugar de las políticas de austeridad proponemos inversión en políticas verdes, que generen empleos. Y eso afecta al sector de las renovables, pero también a la hostelería sostenible, la siderurgia o la construcción. Por ejemplo, ahora que los edificios requieren de un certificado energético se podría reciclar a mucha gente de la construcción para habilitar estos edificios. Todo puede ser economía verde, solo es cuestión de cambiar el chip. Y es que cuando ya no quede costa para poner casas, ¿qué harán?

-¿Por qué es importante que vaya a votar el próximo día 25?

-Bruselas es la segunda ciudad del mundo con mayor presencia de lobbys de presión, por detrás de Washington. Y eso significa que es allí donde se toman decisiones importantes. Las empresas lo saben, pero los ciudadanos igual no se han dado cuenta. A los gobiernos les interesa que haya esta desconexión, ya que si algo sale mal o adoptan una medida impopular pueden echarle la culpa a Europa. En Bruselas se adoptan medidas que nos afectan mucho.