Desde el pleno municipal del pasado lunes, el secretario y la interventora de Alcúdia ganan 80 mil euros al año, según reconoce el primero de ellos. Superan así el salario de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno, fijado en 78 mil euros al margen de los sobresueldos que Bárcenas asegura haberle pagado.

El ejercicio de austeridad de Alcúdia ha consistido en otorgar al secretario Joan Seguí y a la interventora Caterina Crespí sendos complementos específicos o sobresueldos de 47 mil euros per cápita. Ningún concejal votó en contra de un aumento de la citada percepción en un treinta por ciento en plena crisis. José Ramón Bauzá y Francina Armengol comparten las recetas sobre el destino de los fondos públicos.

No es disparatado decir que el secretario y la interventora se han subido el sueldo, dado que la tramitación del aumento contiene un "Informe de Secretaría" y un "Informe de Intervención". En el primero se demuestra que Seguí no sabe escribir 35 millones, un hándicap para ejercer sus funciones. Argumenta a favor de su nuevo salario "la grave crisis económica" y "los casos de corrupción detectados en el sector público". Si le parece surrealista, no se pierda la propuesta de la concejala Josefina Linares, avalada por la alcaldesa Coloma Terrassa y adobada de justificaciones dalinianas como que "uno de los grandes problemas del sistema ha sido la corrupción". Efectivamente, si pagáramos cien millones de euros a cada ser humano se acabaría con la corrupción, salvo en Mallorca.

Más curioso si cabe resulta el informe firmado por la interventora para subirle el sueldo a la interventora. Tras una sesuda enumeración de razones, la funcionaria concluye que "existe suficiente disponibilidad presupuestaria para las modificaciones de las retribuciones complementarias propuestas". Es decir, la interventora establece imparcialmente que Alcúdia tiene dinero para pagarle más a la interventora.

Sin ánimo de pecar de capciosos, ¿existía alguna posibilidad de que alcanzara la conclusión opuesta, "no hay dinero"?

El secretario de Alcúdia reconoce una "gran amistad" hacia la interventora, hasta el punto de que es padrino de su hermano. Joan Seguí defiende con notable frialdad la subida. "Para moverme desde santa Margalida, implicarme el doble y ayudarles, había de ser compensado. Este trabajo exige sacrificio y mayor dedicación, lo he demostrado cada día. No cobro horas extras, y de lo contrario no hubiera venido. Ningún concejal votó en contra y supongo que no tiran el dinero".

La vertiginosa subida de Alcúdia se ha propagado como un reguero de pólvora entre funcionarios de nivel similar. Seguí insiste en que "son sueldos asimilables a otros ayuntamientos. Pregunta en Marratxí, Llucmajor o Felanitx, aunque para empezar no te dirán lo que ganan. Y la guinda, el Consell Inmobiliario de Mallorca, "donde hay 21 interventores y tres secretarios con mucho menos trabajo que nosotros y que cobran más de cien mil euros".

-Si el sueldo es proporcional a la responsabilidad, ¿qué tendría que ganar un ministro, ahora mismo peor pagado que usted?

-No podemos comparar cosas heterogéneas, ¿qué cobra mi equivalente en Emaya o en Serveis Ferroviaris? Un médico especialista del hospital de Inca cobra el doble que yo.

Seguí se considera traicionado por la difusión del aumento, así que se despide con un churchilliano "está claro que no me querían tanto como decían. Cuando no me tengan, me echarán de menos". Nadie dijo que la crisis implicara una redención.

Hace tres domingos les informábamos de que Ana Torroja pagaría su libertad con la venta del chalet de Camp de Mar que perteneció a Tomás Harris, el cual ejerció desde Mallorca de topo al servicio de la URSS. Hoy lo ampliamos con algunas citas. Daily Telegraph (octubre 2009): "Jimmy Burns culpa de los ataques contra su padre a un trío de espías soviéticos: Kim Philby, Anthony Blunt y Tomás Harris". The Spectator (abril 2014): "Harris es sospechoso de pertenecer a la red de espías soviéticos". London Review of Books (abril 2014): "No hay evidencia de que Harris fuera un doble agente, aunque tampoco hay nada categórico para concluir que no lo fuera". A partir de aquí, cada cual es dueño de sus obsesiones respecto a un personaje fascinante.

El pasado miércoles, Mateo Isern coincidió en la inauguración del Salón Náutico con José Ramón Bauzá. Tras recibir el abrazo de Judas, el alcalde de Palma se dirigió al Tast Club de la calle Sant Jaume, situado junto a su domicilio palmesano. Allí comió y departió hasta las cuatro de la tarde con Antoni Mesquida, el exconseller de Sanidad -¿quién no lo ha sido?- que recibía de los pretorianos del Consolado el mensaje de que el farmacéutico no podía recibirle quincenalmente "porque tiene un agenda muy apretada". En resumen, el celoso president está a merced de la persona de la que siente celos.

La feroz Maruja Torres, una de las mejores fisonomistas del Universo, siempre emparentaba a James Matas con el cantante Francisco. Le replicábamos que el parecido es más embarazosamente razonable con Ortega Cano. El torero y el ministro de Aznar también se hermanan ahora en la petición simultánea de un indulto al Gobierno. Juzguen ustedes mismos si la innegable semejanza se saldará con veredictos gemelos.

Reflexión laboralista: "No existe la frase ´trabajar como un español?".