La fiscalía reclama una pena de cuatro años y medio de prisión para la secretaria general de CC OO en Balears, Katiana Vicens, por unos altercados registrados durante la huelga general del 29 de marzo de 2012. Aunque los responsables del sindicato anunciaron que hoy se darán las explicaciones oportunas junto al abogado que se encarga de la defensa de Vicens, Josep Perelló, se avanzó que los incidentes están relacionados con la actuación de un piquete, del que la líder sindical formaba parte, y que se saldaron con la rotura de la luna de un autocar en la estación intermodal de Palma. Desde CC OO se afirma además que su secretaria general no fue la causante de esos daños, sino que se limitó a identificarse ante la policía como miembro del citado piquete.

La situación de Katiana Vicens fue expuesta ayer por el secretario de Organización de CC OO en las islas, José Luis García, durante su intervención con motivo de la manifestación del Primero de

Mayo ­-a la que ésta no acudió por estar de baja-. Esta noticia cogió por sorpresa a los responsables de otros sindicatos allí presentes, que inmediatamente se solidarizaron con Vicens. Así, los secretarios generales de UGT y del STEI, Manuel Pelarda y Biel Caldentey respectivamente, anunciaron su predisposición a respaldar cualquier actuación que CC OO proponga en defensa de su líder.

Un "aviso a navegantes"

Manuel Pelarda se mostró indignado ante la petición de una pena de cuatro años y medio de prisión para su homóloga en CC OO, y consideró que el objetivo no es otro que el de enviar un "aviso a navegantes" para los líderes sindicales ante la posible convocatoria de huelgas durante el verano. En cualquier caso, afirmó que en una reunión improvisada mantenida ayer entre él, José Luis García y Biel Caldentey, se llegó al compromiso de no dar ni un paso atrás en sus reivindicaciones.

La situación de Vicens quedó reflejada en las intervenciones de los lideres de UGT y CC OO tras la manifestación de ayer, en la que ambos denunciaron los intentos por parte de los gobernantes de desprestigiar a los sindicatos y de evitar que los ciudadanos salgan a la calle a reivindicar sus derechos. "Nos quieren en casa y sentados ante el televisor viendo toros y fútbol", lamentó Pelarda.