El que fuera yate real Fortuna, ahora rebautizado como Foners, ya dispone de cinco propuestas para su compra, según destacó ayer el tesorero de la fundación a la que pertenece, Gabriel Barceló. Y aunque se está a la espera de que se concreten las correspondientes ofertas económicas, el precio de salida que se ha fijado para poder hacerse con el denominado ‘Ferrari del mar’ asciende a 10 millones de euros.

Barceló señaló que esas cinco ofertas proceden tanto del interior de España como del extranjero, pero rechazó identificar a los interesados en hacerse con el citado yate alegando que se habían suscrito los correspondientes acuerdos de confidencialidad.

En cualquier caso, reconoció que hasta ahora se ha expresado el interés por hacerse con la embarcación, pero sin que todavía se hayan puesto sobre la mesa ofertas con cantidades económicas concretas.

El tesorero de la Fundación Turística y Cultural de las Islas Baleares (Fundatur) defendió que el valor inicial de 10 millones de euros que se ha fijado por la embarcación resulta ajustado teniendo en cuenta sus características y que ha sido revisado para garantizar que se encuentra en perfecto estado de conservación y que su funcionamiento es óptimo.

Hay que recordar que el coste que la construcción de este yate tuvo ascendió a más de 18 millones de euros (de los que 2,8 millones fueron aportados por el Govern balear), y que tiene una antigüedad de unos 14 años.

Gabriel Barceló señaló hace unas pocas semanas que las estimaciones con las que trabaja la fundación apuntan a que la embarcación podrá venderse en un plazo máximo de seis meses, y ya en esas fechas se hablaba del interés demostrado para hacerse con ella por parte de un ciudadano monegasco, un árabe y un chileno. Esta semana ha sido mostrado a un empresario español que también ha expresado su deseo de hacerse con la propiedad.

Costoso mantenimiento

Cuando se plantean las posibilidades de venta a los expertos, en el haber del ahora denominado Foners se destaca el hecho de haber pertenecido al Rey y a que sigue siendo una de las embarcaciones más rápidas del mundo dentro de sus características. Uno de los expertos en este tipo de operaciones de compraventa esgrimió que el Fortuna “más que un Mercedes, es un Ferrari” del mar.

Sin embargo, no se oculta que se trata de un yate con 14 años de antigüedad y que por su precio se pueden adquirir embarcaciones de mucho mayor tamaño y lujo, y con tecnologías más avanzadas.

Su diseño y la complejidad de su manejo hace que el mercado de posibles compradores al que va dirigido sea más reducido, dado que es una embarcación pensada más en relación a la citada velocidad que para hacer con ella largos recorridos. En este sentido, hay que recordar que llenar sus depósitos de combustible tiene un coste estimado en unos 26.000 euros.

Respecto a su presencia en Port Adriano, desde la fundación se asegura que la tarifa que se paga es inferior a la habitual para este tipo de amarres y que se aplica un “precio de amigo”.

El yate le fue entregado al Rey en el año 2000 y en mayo de 2013 se anunció la renuncia de Don Juan Carlos a seguir utilizándolo, en unas fechas en que su imagen pública se había visto muy deteriorada.

Esta embarcación había sido financiada por la fundación de la que forman parte importantes apellidos del mundo turístico balear, como Escarrer, Barceló, Fluxá, Riu o Matutes, además del propio Govern. Al conocer que el Monarca no iba a utilizarla más, se optó por reclamar su devolución, lo que generó una apreciable polémica, que se formalizó en enero de este año.

Desde esta organización se ha asegurado que el dinero que se obtenga con la venta del ahora denominado Foners se dedicará a financiar actividades culturales, entre otras.

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