Aunque tenga un contador digital ya, hasta dentro de tres meses no pierda un segundo en preocuparse por la hora que es antes de encender la luz: como los dispositivos aún no están adaptados a medir hora a hora, a su consumo diario se le aplicará igualmente un coeficiente corrector cuatro veces más alto entre las 21.00 y las 23.00 que de madrugada o a mediodía, independientemente de que esté o no en casa a esa hora. Otra cosa es lo que está por venir. Las eléctricas tienen tres meses para adaptar los contadores digitales al cobro hora a hora, y mucho más plazo (hasta el año 2018) para ponerlos en los hogares que no los tengan. Cuando los contadores estén operativos, el consumidor podrá controlar la parte variable de su tarifa (el 40%, que el Gobierno Rajoy subió la fija al 60%, coincidiendo con las quejas de las eléctricas). ¿Cómo? El kilovatio es más barato de madrugada, así que el usuario puede optar por despertar al vecindario poniendo la lavadora a las cuatro de la mañana. Además, el cliente podrá saber cual va a ser el momento más adecuado de cada día: Red Eléctrica ha activado un apartado en su web y una aplicación para móviles en la que, a las 20.00 horas, da cuenta de la previsión de precios para el día siguiente.