La denuncia por presuntos abusos realizados por el expárroco de Sant Sebastià, Alfred Miralles, no es sólida y tampoco existen indicios que permitan sospechar que el sacerdote hubiera cometido algún delito de carácter sexual durante su etapa al frente del templo palmesano. Así lo comunicaron ayer fuentes cercanas a la investigación policial, que restaron credibilidad a las acusaciones formuladas por una persona que antes vivía en las dependencias de la parroquia.

Según pudo saber este diario, el caso se abrió a raíz de una exposición de hechos -técnicamente no es una denuncia, aunque se investiga como si lo fuera-. El exmarido de la sacristana de Sant Sebastià aseguró a la Policía Nacional que el cura Miralles mantuvo relaciones sexuales con la que entonces era su esposa, y que también podría haber hecho lo mismo con menores de edad. Esta denuncia está en poder del Obispado de Mallorca desde hace dos años.

El caso ha recaído por reparto en el juzgado de instrucción 1 de Palma. Por pura coincidencia, será la misma magistrada quien investigue la denuncia por la agresión de Miralles al canónigo catedralicio Joan Darder, que tuvo lugar el pasado jueves por la tarde. Todavía no se han practicado diligencias a instancias de la jueza. La Policía sí ha iniciado las pesquisas. Respecto de las prácticas sexuales con la mujer, fuentes de la investigación recalcan que -más allá de que pudiera ser un pecado- no se trataría de un delito. En cuanto a la involucración de menores de edad, la Policía manifiesta la inconcreción de los hechos expuestos y la consiguiente falta de pruebas.

Silencio episcopal

Preguntada ayer por este diario, la Nunciatura Apostólica en España rechazó hacer comentarios sobre los dos casos abiertos: ni sobre los abusos ni sobre la agresión. La sede apostólica aseguró que cualquier procedimiento tiene carácter secreto y remitió al Obispado de Mallorca para más detalles.

Según manifestó ayer la diócesis insular, el caso no está en manos de la Nunciatura, como se informó inicialmente. Una portavoz del Obispado aseguró a este diario que el prelado Salinas tiene sus propios mecanismos para investigar el caso.

Hasta la fecha, se desconoce la opinión del Obispado al respecto. La máxima autoridad cristiana de la isla solo se ha pronunciado sobre la agresión de Alfred Miralles a Joan Darder, pero no sobre las denuncias de abusos que se realizaron hace dos años ante la jurisdicción eclesiástica.