Hace menos de una década que los centros educativos empezaron a crear comisiones de convivencia y a poner en marcha distintos programas para mejorar el ambiente de los colegios o prevenir la aparición de problemas. Las medidas a tomar son amplias: un 16% apuesta por un carné de puntos del alumnado (como el de conducir); un 13% activa programas de acogida a los nuevos alumnos; mientras que un 9% se centra en trabajar las competencias sociales de los alumnos así como una educación a nivel emocional; un 11% lleva a cabo actividades lúdicas conjuntas con profesores, alumnos y familias (ya que los hogares son la tercera pata de la buena convivencia escolar) y así una larga lista de posibilidades. Una iniciativa que tiene buena acogida es la creación de la figura del alumno mediador y en las conclusiones del informe los centros también indican haber tenido buenos resultados con prácticas restaurativas.