La conflictivad en los centros educativos se ha disparado en Balears, duplicando la cifra de situaciones problemáticas de convivencia respecto al año anterior. Los casos de acoso y ciberacoso, agresiones a docentes y conflictos graves en general han aumentado de forma exponencial respecto a los años anteriores, si bien siguen siendo algo excepcional si se contextualiza en el conjunto de la población escolar.

Así lo recoge la memoria del Institut per a la Convivència i L´Èxit Escolar (Convivèxit), un órgano dependiente de la conselleria de Educación. Según este informe referido al curso 2012-2013 han contabilizado 2.911 conflictos graves, frente a los 1.029 del curso anterior: casi tres veces más. Respecto a la cifra de posibles episodios de acoso escolar, Convivèxit cuenta hasta 179 posibles casos frente a la escasa decena que detectó el año anterior. Este informe aterriza en un momento en que el acoso escolar vuelve a estar en el centro del debate después de que una alumna de un colegio de Palma se quitara la vida, un triste episodio que la Policía investiga si se debe una posible situación de bullying.

El director de este órgano, Jaume Isern, concedió que las cifras han crecido pero aseguró que se debe a un aumento del número de colegios e institutos que les hacen llegar los datos al Institut. Explicó además que aunque Convivèxit inició su labor hace ocho años (primero como observatorio), aún es relativamente desconocido. No obstante, comparando los dos estudios se ve que el número de centros que les envían sus memorias de convivencia ha bajado: de 245 en 2011-2012 a 216 el curso pasado. Señala que el número de solicitudes de intervención o información se mantiene similar de un curso a otro. Así, en 2011-2012 recibieron 41 peticiones (19 por posible acoso y siete por agresiones o conflictos personales, entre otras) y el pasado curso recibieron 51 solicitudes (incluyendo 14 por bullying y 21 por problemas de aula).

El estudio distingue dos tipos de conflicto: leves o conductas contrarias, y conductas gravemente perjudiciales. En total, han contabilizado 20.568 conflictos; un 200% más que el año anterior. Entre las situaciones más graves, el recuento deja 179 posibles casos de acoso escolar; 619 agresiones físicas o verbales al profesorado; 77 episodios de ciberacoso y 14 casos de violencia de género. Frente a estos datos, podría plantearse la cuestión de que no es que hayan aumentado los problemas de convivencia, sino que ahora se notifican o se detectan más debido a una mayor sensibilidad, pero hay un dato de la memoria bastante clarificador: el número de expedientes disciplinarios abiertos a los alumnos por faltas graves, que ha aumentado un 300% al pasar de los 268 de 2011-2012 a los 1.149 tramitados el curso pasado. Aún así, y aunque en términos absolutos la cifra puede impresionar, el porcentaje de alumnado expedientados es del 0,71%.

¿A qué se debe este incremento de la conflictividad en los centros educativos? Isern habla de un aumento de la muestra, pero varios centros señalan los recortes como uno de los principales motivos, según recoge la memoria en sus conclusiones. Así, parte de los institutos -que son los que tienen más problemas de este tipo- señalan en primer lugar el aumento de ratios (haber metido más alumnos por aula) y el incremento en dos horas de la jornada lectiva del profesorado en Secundaria, dos medidas que se empezaron a aplicar justo el curso al que hace referencia el estudio y que además ya fueron rechazadas desde sindicatos y asociaciones de directores por que preveían (y así lo advirtieron) precisamente lo que constata este informe: un aumento de la conflictividad y una convivencia más difícil. El director del Institut rechazó esta opción: "Hay muchos elementos que influyen en temas de convivencia, pero la conflictividad no aumenta por los ajustes, rotundamente no", indicó.

Más rapidez y más recursos

Los centros constatan la necesidad de "actuar más rápido" ante algunos casos y en ocasiones "echan en falta una mayor implicación de las familias y más recursos humanos" para poder atajar estos asuntos. Señalan que los colegios e institutos tienen menos incidencias y que normalmente pueden solucionarlas en tutorías. Los centros más grandes registran más conflictos y necesitan más programas para saber cómo prevenirlos y cómo resolverlos.

Asismismo, los centros constatan una "correlación directa" entre las conductas más graves y una situación familiar desfavorble. Focalizan los conflictos en "determinados grupos de alumnos" e indican que para tratarlos sería necesario "un trabajo más individualizado". La mayoría del veces son los estudiantes quienes generan una situación conflictiva, pero también se dan casos de problemas con las familias.

"Unificar fuerzas"

Isern, quien hace unos meses que está al frente de Convivèxit en sustitución de Gabriel Timoner, destacó que centran su labor en "educación, prevención y mediación" y en "unificar fuerzas" con distintos organismos implicados, desde los policías tutores, hasta la Oficina de Defensa del Menor o Fiscalía de Menores.