El polémico decreto que desarrolla la Ley de Símbolos, que incluso es más restrictivo que la propia norma creada para acabar con los lazos en favor del catalán, está sumido en un extraño letargo. Fuentes cercanas al Consolat de Mar mantienen que ha sido el propio president del Govern, Jose Ramón Bauzá, quien lo ha metido en el congelador para no soliviantar a las masas más moderadas con su entrada en vigor. Es un nuevo capítulo de su estrategia para lavar su imagen en la part forana de Mallorca. También se apunta a que prefiere mantenerlo en el congelador para evitar que sea una herramienta en manos de la oposición en las elecciones europeas.

El borrador de decreto hace más de dos meses que vio la luz y todavía no ha llegado al Consell Consultiu para que el alto órgano jurídico emita su dictamen preceptivo y no vinculante. La inmensa mayoría de decretos dictados por el Govern a los 10 y los 15 días de haber sido publicados ingresan en las oficinas del Consultiu. Desde Vicepresidencia confirmaron que el borrador salió a exposición pública el 18 de enero y el 7 de febrero culminó el periodo de presentación de alegaciones con unas 40 enmiendas. Argumentan que están analizando estas alegaciones y que el decreto sigue su tramitación habitual. No obstante, lo que no es nada habitual en este Govern es que en uno de sus proyectos estrella tenga que esperar un mes para el análisis de las 40 alegaciones. Todo el mundo recuerda lo que pasó con el TIL. El mismo día que el Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) lo suspendía, el Govern se sacaba de la manga un nuevo decreto ley para que entrara en vigor al instante.

Una norma con fuerte oposición municipal y docente

La Ley de Símbolos, que sí está en vigor, deja en manos de los ayuntamientos la posibilidad de declarar los símbolos de autonomía local. Mediante esta competencia, los municipios que así lo han declarado, más de 30, podrían colocar los lazos cuatribarrados en los edificios públicos. Sin embargo, el decreto era más restrictivo que la ley al exigir la autorización del Govern para colocar símbolos en los edificios públicos en aquellos pueblos que tuvieran, por ejemplo, la cuatribarrada declarada como símbolo local. Incluso los juristas de la Federación de Entidades Locales (FELIB), institución con mayoría del PP, presentaron alegaciones. De igual modo, el Govern sabe que cuando esté en vigor el polémico decreto tendrá una fuerte oposición docente y quiere evitar abrir un nuevo frente a pocas semanas de las europeas y a un año escaso de las elecciones municipales y autonómicas.

¿Inauguró Bauzá la Fira del Fang con la bandera republicana?

El president del Govern, ya restablecido de su fuerte gripe, acudió el pasado fin de semana a inaugurar la Fira del Fang de su pueblo, Marratxí. La imagen incendió las redes sociales que se preguntaban si el president había inaugurado la muestra marratxinera con la bandera republicana. La cinta que cortaron los políticos, tal y como se puede ver en la imagen que acompaña a este artículo, era prácticamente igual a la tricolor republicana con el morado, el rojo y el amarillo. Es lo que tiene rizar el rizo con la Ley de Símbolos cuando desde los tiempos de Gabriel Cañellas siempre se ha venido a utilizar la cuatribarrada para inaugurar obras, ferias y plazas.

El juez Castro ya tiene una ´calle´ en Puigpunyent

El juez José Castró, el magistrado que ha sido capaz de sentar en el banquillo a Iñaki Urdangarin y a la infanta Cristina en el caso Nóos, ya tiene una calle en Puigpunyent. Más bien es una callecita popularmente conocida como carreró. La iniciativa surge de un grupo de vecinos de la localidad que ha elaborado un placa y, tal y como se puede ver en la imagen, la ha colocado en la esquina. En la placa se puede leer: "Carreró del Jutge Castro". Los vecinos quisieron dejar claro que es una iniciativa propia y no del Ayuntamiento. El objetivo ha sido "rendir un pequeño homenaje" al magistrado.