Oceana ha reclamado una multa de 160.000 euros para cada uno de los pescadores furtivos del Parque Nacional de Cabrera. La organización conservacionista ha detectado varias infracciones graves en la actividad de los pescadores submarinos sorprendidos el pasado mes de agosto en la reserva integral Cala Santa Maria.

Así, los expedientes sancionadores abiertos no contemplan que los furtivos se encontraban en aguas del parque nacional, apuntando por ahora como única infracción que carecían de licencia para pescar, tal y como ha constatado la organización conservacionista en un comunicado.

Ante ello, Oceana pide la máxima sanción para los furtivos que el verano pasado fueron sorprendidos pescando en la reserva integral Cala Santa Maria.

Oceana, que forma parte del Patronato del Parque Nacional, se ha personado en el expediente administrativo y ha remitido a la Dirección General de Medio Marino y a la de Medio Natural del Govern balear una lista de infracciones de la normativa pesquera y ambiental que no han sido reflejadas y sobre las que los furtivos deben dar cuenta.

Así, la organización ecologista apunta a infracciones graves en materia de pesca; pesca en fondos prohibidos, pesca de individuos inferiores a la talla mínima legal, pesca sobre la cuota máxima legal; infracciones en materia ambiental; captura de animales silvestres sin autorización, pesca submarina en parque nacional y concretamente en reserva integral, baño fuera de las zonas permitidas, navegación sin autorización y fuera de las zonas permitidas.

Además, Oceana solicita que se determine si, a estas infracciones recogidas en la denuncia, habría que añadir el fondeo sin autorización y la no utilización de balizamiento reglamentario por parte de los pescadores submarinos. Si ese fuera el caso, se habrían producido dos infracciones más, que igualmente deberían ser sancionadas, se apunta desde la organización internacional de conservación marina.

Oceana ha pedido a la dirección general de Medio Marino que los expedientes recojan estas puntualizaciones y a la dirección general de Medio Natural que emprenda las acciones necesarias para sancionar las infracciones cometidas.

Así, ha solicitado la pena máxima aplicable, un total de 160.000 euros de sanción para cada uno de los pescadores furtivos, y requiere que se exijan responsabilidades a las dos personas que se encontraban en la embarcación dando apoyo a los furtivos, como coautores de casi todas las infracciones mencionadas.

"La tremenda reducción del presupuesto de Cabrera ha provocado la disminución de la vigilancia en el parque, con lo que los furtivos se atreven a adentrarse incluso en las zonas más protegidas, las reservas integrales, y causan un grave perjuicio a los esfuerzos de recuperación de los ecosistemas y recursos marinos llevados a cabo durante los últimos treinta años", ha declarado el director ejecutivo de Oceana en Europa, Xavier Pastor.

"Por ello, es imprescindible que la sanción que se aplique a los furtivos sea proporcional a la gravedad de las infracciones y que resulte disuasoria. Debe representar un serio aviso para otros pescadores ilegales", ha asevardo.

FUERON SORPRENDIDOS EN AGOSTO DE 2013

En agosto de 2013, los agentes de Medio Ambiente del Parque Nacional de Cabrera detectaron a cuatro personas pescando ilegalmente en aguas del parque. Las infracciones no consistían exclusivamente en llevar a cabo esta actividad sin la licencia correspondiente, sino en desarrollarla en un Parque Nacional y además en una de las zonas más sensibles y protegidas, la reserva integral de Cala Santa María, muy cerca del propio puerto de Cabrera.

Así, con la colaboración del Servicio Marítimo de la Guardia Civil, se intervinieron meros, corvinas, serviolas y una oblada, recién pescados o ya en una nevera a bordo, siendo algunas de ellas especies protegidas o de talla inferior a la mínima legal.