­Las fuerzas de seguridad están preparando un gran operativo para evitar que el próximo sábado se pueda producir algún incidente grave cuando la infanta Cristina de Borbón acuda a declarar al juzgado. Pero este operativo no será gratuito. Más bien todo lo contrario. Algunas fuentes próximas a la organización señalan que costará alrededor de 300.000 euros, como mínimo, que se subvencionará con fondos propios del Ministerio de Interior.

Para desarrollar un operativo de estas características no son suficientes los policías de Palma. Más de la mitad de agentes que se encargarán de la seguridad vendrán destinados de la península, y este desplazamiento no es precisamente barato. Está previsto que una unidad de 50 hombres, que tiene su base de operaciones en Valencia, se desplace hoy mismo a Mallorca para conocer el terreno sobre el que deben trabajar. Estarán en la isla al menos hasta el domingo. El desplazamiento de 50 hombres supone que hay que comprar billetes de avión, alquilar habitaciones de hotel y disponer de una plantilla de vehículos para poder desplazarse. A todo ello hay que sumarle las dietas propias que tienen derecho estos policías por desplazarse lejos de su base de operaciones. Y además, hay que añadir los gastos de alimentación. Todo el presupuesto lo asume la Dirección General de la Policía, que lo financia con el dinero de su presupuesto. Pero estos 50 policías no son suficientes para completar el operativo previsto. El resto de agentes que intervendrán forman parte, en su mayoría, de la Unidad de Prevención y Reacción de Palma. Estos policías no cobran una dieta por trabajar el próximo sábado, porque no están obligados a realizar un desplazamiento. Pero la Policía tiene la obligación de recompensarles de alguna manera por trabajar esta jornada. Normalmente esta recompensa suele ser con un día más de libranza.

La misma situación ocurre con la Policía Local. En una jornada de sábado la plantilla de policías suele ser menor a un día entre semana, porque hay muchos servicios que no se cubren. Sin embargo, el 8-F será un día especial. Se espera la presencia de mucha gente manifestándose frente a las puertas del juzgado y estas concentraciones provocan problemas de tráfico. La Policía Local se encargará de controlar las calles adyacentes al edificio de los juzgados y evitar que el tráfico impida la llegada del vehículo que llevará a la Infanta hasta el edificio judicial. Este servicio obliga a reforzar el número de policías y todos estos trabajos extras también tienen sus consecuencias económicas, como por ejemplo el pago de horas extraordinarias.

Pero no todo serán pérdidas este fin de semana. Al margen de los cientos de manifestantes que se concentrarán en las proximidades del juzgado, el sábado habrá más periodistas que nunca cubriendo esta información. Ello garantiza que los bares de los alrededores del juzgados multipliquen la clientela que atienden en un día normal. Muchos de estos negocios suelen cerrar los fines de semana por la falta de clientes. Pero el sábado es un día especial y todos ellos tienen previsto abrir. Hay algunos negocios que ya han previsto multiplicar las existencias para atender a todos los clientes que van a recibir. Es complicado hablar de cifras, pero la mayoría de empresarios calcula que ese día los beneficios se multiplicarán por diez sobre la recaudación que generan en un día normal.

La declaración del sábado también beneficia al sector hotelero. Los enviados especiales han cubierto las plazas hoteleras de los establecimientos de los alrededores. Es prácticamente imposible encontrar una habitación libre en estos hoteles, en especial al que está situado en la misma calle de los juzgados, que hace tiempo que colgó el letrero de completo.