Para Yessica y Óscar este año ha sido una Navidad diferente. Son hermanos, pero hasta hace apenas unos días no sabían nada uno del otro. Ahora ya se conocen y quieren disfrutar juntos, con el resto de sus familiares, de estos días tan especiales.

El responsable de este encuentro familiar ha sido Juan Carlos Delgado, un detective mallorquín, de la empresa Detectib, que logró localizar a Yessica después de que durante años su hermano y su abuelo la estuvieron buscando, aunque sin éxito.

Al detective le llegó este encargo a través de una abogada de Madrid. Allí es la ciudad donde vive Óscar y donde se crió con su madre. El joven, de 35 años, había recurrido a varios medios de comunicación para que le ayudaran a localizar a Yessica. En realidad no son hermanos, son hermanastros. Son hijos de la misma madre. La mujer, aunque les contó a sus hijos que tenían un hermano, nunca les proporcionó la información necesaria para facilitar un encuentro.

El encargo no era sencillo. El detective tenía muy pocos datos. Solo conocía el nombre y un segundo apellido. No sabía la edad exacta ni tampoco un punto de referencia donde poder buscar a la mujer. Debido a esta falta de datos muchas de las agencias de detectives habían rechazado el encargado, porque no veían posibilidades de localizar a la hermana de Óscar. Sin embargo, a Juan Carlos Delgado le entusiasmó el proyecto y empezó a trabajar. "El porcentaje de éxito no alcanzaba ni el uno por ciento, pero decidí ayudar a esta familia".

El detective empezó a investigar. Buscó por todas las provincias del país, incluido Balears, cualquier indicio que facilitara la localización de Yessica.

El cliente le detalló que fue su madre quien le explicó que tenía una hermana. Nunca le dijo dónde estaba. La mujer se crió en la provincia de Valencia, con la ayuda de la familia de su padre. La madre de Óscar le prometió que poco antes de morir le facilitaría más datos, los suficientes para que pudiera encontrar a su otra hija. Pero la mujer se murió de repente, sin darle tiempo a facilitar la información a su hijo.

A pesar de este avatar Óscar no renunció a la búsqueda de Yessica. Contaba con la ayuda de su abuelo. Erróneamente pensaban que la hermana podría estar viviendo en las proximidades de Madrid. Nieto y abuelo estuvieron recorriendo pueblo a pueblo, colgando carteles por los postes, pidiendo alguna información que pudiera ayudarles a buscar a la mujer. Y también acudieron a muchos programas de televisión para contar la historia y pedir que les facilitaran alguna pista para dar con el paradero de Yessica. Sin embargo, nada de todo ello dio resultado. Hasta que contrataron al detective mallorquín.

Un nombre y apellido

Juan Carlos Delgado explicó que cruzando datos, de pronto, apareció un nombre y un apellido. Era la primera pista fiable, de la que podía ir tirando. Antes de seguir adelante con el caso el detective solicitó la partida de nacimiento de la mujer. El documento certificaba que coincidía el nombre y el segundo apellido. El primer éxito ya se había conseguido, pero ahora faltaba lo más importante, localizar a Yessica. Los datos que tenía el detective es que la mujer vivía en Torrevieja, Alicante. Aparecían varios domicilios. Juan Carlos Delgado visitó la ciudad y buscó en varias viviendas, pero en ninguna de ellas aparecía la mujer. Algún que otro vecino se acordaba de ella, pero no sabían dónde vivía. De pronto apareció un número de teléfono. El detective la llamo, con la excusa de que la buscaba para entregarle un paquete. Ella, engañada, facilitó su domicilio. No sabía que la estaban buscando por orden de su hermano. El investigador privado esperó a que la mujer saliera a la calle y le tomó varias fotos. El caso ya estaba resuelto. Solo faltaba comunicar las buenas noticias al cliente.

Al trasladarse a Madrid, Óscar comprobó el contenido del informe del detective. Por primera vez veía una foto de su hermana. Allí mismo la llamó por teléfono. Le preguntó su nombre y le dijo si sabía que tenía un hermano. Ella le dijo que, en efecto, sabía que lo tenía, pero desconocía dónde estaba.

Habían transcurrido demasiados años sin tener noticias de Yessica y ahora, por primera vez, escuchaba su voz. Óscar no podía aguantar más tiempo. Esa misma noche cogió su coche y viajó de Madrid a Alicante. Al llegar al domicilio que le marcó el detective, el encuentro fue emocionante. Por fin, los dos hermanos ya estaban juntos.