Llevamos ya unas cuantas Navidades en crisis y aunque el consumo remonta un poco en estas fechas y hay ganas de ser optimista, según una encuesta de la Fundación Gadeso el gasto por habitante en estos días de celebración sigue lejos de los tiempos de gloria: no solo no remontamos, sino que incluso gastamos un poco menos que el año pasado. Eso sí, no todas las familias están igual y se detectan muchas diferencias entre la clase baja y media baja y la alta y media alta (éstas gastan hasta siete veces más).

La Fundación Gadeso ha analizado las cantidades que se destinan a diferentes conceptos (alimentación, regalos, ocio...) según la situación económica de los hogares y también en general y han concluido que "la recuperación no se nota". Según sus encuestas, el gasto total previsto por habitante en estas fechas es de 591 euros, un 1,3% menos que el año pasado.

Más gasto en comida e hijos

Por un lado las familias han disminuido su gasto en ocio (queda en 61 euros, un 6% menos), en ropa (baja un 2,1%, hasta los 47 euros) y otros varios (como la lotería, que ha caído un 11,6% quedándose en 61 euros), pero sin embargo, pese a todo, los hogares han hecho más dispendio en dos conceptos: comida (casi un 5% más, llegando a los 170 euros) y regalos para los hijos (173 euros, un 3% más).

Los hogares englobados en clase baja (Gadeso incluye aquí a parados de larga duración, jóvenes sin formación, inmigrantes sin red social y parte de los pensionistas) gastan una media de 215 euros en Navidad, mientras que la clase alta (grandes empresarios, rentistas y altos directivos) se dejan siete veces más: unos 1.401 euros. Las clases medias y medias bajas se mueven en una horquilla de gasto de entre 431 y 569 euros, mientras que las clases media altas superarán por poco los 960 euros.

Una "sociedad dual"

Gadeso concluye a partir de estas cifras que la crisis está configurando "una sociedad dual", con personas y familias excluidas o en riesgo de estarlo (clase baja o media baja) y colectivos que no parecen significativamente afectados por la debacle económica (clase alta y media alta).

El análisis menciona además otro factor que hace tiempo que se da y que afecta especialmente a la clase media: la disminución drástica por parte de las entidades financieras de los créditos al consumo.

La alimentación es el principal gasto para la mayoría de hogares. En los de clases más bajas supone alrededor de la mitad del presupuesto. Las familias se esfuerzan y los regalos para los hijos representan el segundo mayor dispendio (invierten alrededor del 20% del gasto total).

En las clases medias se mantienen estas tendencias aunque las cantidades destinadas a cada concepto aumentan. Al hablar de clase alta, la alimentación deja de ser el capítulo más importante de gasto navideño (22,5%) al ser superado por los regalos para los hijos (casi un 24%). Los otros regalos también suponen más de un 20% de gastos. En general, en todos los conceptos y hablando en términos absolutos las clases altas gastan mucho más dinero en estas fechas. Con todo, Gadeso rehúye de los mensajes más optimistas que cree que quedan "desmontados" por los datos de desigualdad y riesgo de exclusión social.