La empresa Narbada, propiedad del que fuera presidente de la Cámara de Comercio Joan Gual de Torrella, ha presentado concurso voluntario de acreedores, a causa de la caída en la facturación que se ha registrado durante los últimos años, a la que precedieron unas fuertes inversiones, según reconoce su titular.

Joan Gual señaló a Diario de Mallorca que tras "14 o 15 años de fuerte crecimiento en nuestra actividad" se había ido ampliando la plantilla y la estructura de su empresa para poder atender la demanda existente, lo que la convirtió en líder en su sector. Hay que recordar que esta firma desarrollaba su servicio de catering bajo la firma Menú y ha explotado diferentes establecimientos de restauración, como el del Real Club Náutico de Palma o el de Es Baluard.

Para hacer frente a este volumen de trabajo, se optó por realizar una fuerte inversión para contar con "la cocina central más moderna de Mallorca", según la califica el propio Gual.

Inicio de la crisis

Pero en 2008 se inició una crisis económica que ha generado una fuerte reducción en los niveles de actividad, y aunque el expresidente cameral afirma que su facturación se ha mantenido muy por delante de la del resto de empresas competidoras, admite que los ingresos eran insuficientes para soportar una estructura de costes tan elevada.

Gual señaló que "hemos aguantado seis años", pero que el factor definitivo que ha llevado a optar por el concurso de acreedores es la percepción de que la recuperación del sector de la restauración sigue sin estar próxima, por su fuerte dependencia del consumo local, que se encuentra en unos niveles muy bajos.

Así, se ha optado por abandonar la gestión que se desarrollaba en algunos establecimientos, como en el caso del Real Club Náutico o del Baluard, dado que eran los menos rentables, mientras mantiene la actividad en otros y de catering. En este sentido, Joan Gual señala que "nunca hemos dejado de prestar un servicio o entregar un pedido. Jamás hemos dejado a alguien colgado".

En cualquier caso, el expresidente cameral señala que se ha recurrido al concurso de acreedores para poder afrontar una reestructuración de la empresa y adaptarla al nivel actual de actividad que existe en el sector. En este sentido, admite que el mantenimiento de la citada cocina central resulta muy costoso, pese a ser "muy buena, muy racional y permite reducir gastos", pero excesiva para el actual nivel de trabajo.

El concurso de acreedores fue declarado el pasado día 15 de noviembre y publicado en el Boletín Oficial del Estado del 10 de diciembre, y se ha nombrado administrador concursal a Juan José Estruch.