Cruz Roja y Cáritas coinciden en que la demanda de ayuda se mantiene en las islas en cifras muy similares -solo ligeramente superiores- a las del pasado año por estas mismas fechas. Pero el problema radica en que las situaciones de necesidad reflejan una precariedad creciente a medida que se han ido agotando las reservas económicas y el acceso a las ayudas.

Desde Cáritas se hace especial hincapié en este punto: existe un malestar y un nerviosismo creciente entre la población con mayores necesidades a medida que se comprueba que las ayudas públicas se van agotando y que cada vez es más difícil acceder a ellas. Esta creciente penuria hace que el trabajo de estas organizaciones se siga intensificando.