Carlos Masia, el notario barcelonés de los duques de Palma, declaró ante el juez Castro que la infanta Cristina fue nombrada accionista de la consultoría Aizoon, cuya propiedad comparte al cincuenta por ciento con su esposo, Iñaki Urdangarin, como "escudo fiscal" o protección para ahuyentar inspecciones de la Agencia Tributaria. Masia se despachó a gusto frente al juez Castro y reconoció que el Instituto Nóos, liderado por Urdangarin y Diego Torres, "vendía humo" a sus clientes privados e institucionales.

Masia compareció a mediados del mes pasado en Valencia delante de Castro, el fiscal anticorrupción mallorquín Pedro Horrach y varios abogados. El fedatario ya había sido interrogado en anteriores ocasiones por la Policía y el instructor. La trascripción de su interrogatorio fue notificada ayer.

Masia hizo gala de saber mucho sobre el presunto entramado de desvío de fondos públicos: era íntimo amigo de Miguel Tejeiro, cuñado de Diego Torres y durante años asesor de máxima confianza de Iñaki Urdangarin.

Según el testigo, él desaconsejó en 2003 a los duques de Palma (a través de Tejeiro) que la Infanta figurase como propietaria de Aizoon.

"Recomendé que no pusieran a la Infanta en una sociedad mercantil, pero no me hicieron caso. Una sociedad mercantil estaba sometida a muchos avatares, quiebras, concursos... pero sobre todo por la labor institucional que la Infanta como tal ejercía, pues era muy peligroso ponerla en una sociedad mercantil que está expuesta a muchas cosas, un funcionario público (la Infanta) con la ley de quiebra pues quedaba inhabilitado", recordó el declarante.

Miguel Tejeiro le replicó que "no había ningún problema, porque había lo del agujero negro (una zona opaca a la Agencia Tributaria), que no les inspeccionaban y que no había problemas. Y yo le dije: sí, hasta que deje de pasar; como ha pasado".

El notario definió plásticamente la situación de la hija del Rey en la consultoría como "un escudo ante Hacienda", una idea que Miguel Tejeiro se la corroboró con un gesto.

Masia ha tenido en los últimos años muchos contactos con Urdangarin, Aizoon y el resto de empresas del entramado Nóos. Con la duquesa de Palma se ha visto menos: en apenas tres ocasiones: "la constitución de Aizoon, la compra-venta de Elisenda de Pinós (el palacete de Pedralbes) y alguna póliza de la Caja de Pensión, pero ni preguntaba, ni le interesaba, cogía venía y se iba, no preguntó nunca nada, ni mostró interés por nada".

El declarante exculpa a doña Cristina de la gestión de Nóos y de Aizoon y mantiene que Urdangarin hacía lo que le decía su abogado Miguel Tejeiro y que su esposa acataba lo que él decía.

El notario explicó que advirtió a los duques de Palma de que no usaran dinero negro para comprar el palacete de Pedralbes: "me anticipé para evitar problemas".

Según el fedatario, aquella operación parecía un poco arriesgada porque "el vendedor, un tal Mario Herrera, tenía una querella, había una anotación preventiva de una querella de tipo catalana" y él pensó que no era buena publicidad para la Casa Real que se le vinculase con aquel pleito.

El notario también narró las dudas que tenían Urdangarin y Tejeiro el día de la firma de la escritura de compraventa de la antigua torre de Pedralbes. "Miguel Tejeiro me refirió que la Infanta había tenido una discusión con su marido, que no veía muy claro de dónde sacar el dinero para la hipoteca y que a lo mejor no firmaba". Finalmente, doña Cristina llegó a la notaría y firmó.