Hombre de 72 años de edad con una media de ingresos mensuales de 672 euros y soltero. Mujer de 80 años, 367 euros al mes y viuda. Estos son los perfiles más habituales de las demandas prioritarias de ayuda de los mayores de Mallorca para acceder a las residencias públicas del Institut Mallorquí de Afers Socials (IMAS), instituciones que en los últimos tres años (2010-2012) acogieron a un total de 167 ancianos en situación de alto riesgo prioritariamente, sin aguardar las habituales listas de espera.

Estos datos, ofrecidos por el profesor Robert Fernández, son algunos de los incluidos en el anuario de envejecimiento de Balears 2013 presentado ayer por la doctora Carmen Orte, directora de este trabajo de 20 artículos elaborados por cincuenta y cuatro especialistas de la UIB, junto a otros autores de este anuario que analiza las diferentes problemáticas de la gente mayor de las islas.

Así, la propia directora del estudio abogó por una mayor protección de la salud de las personas mayores pero de manera preventiva. Ir avanzando poco a poco en la prevención para que los mayores lleguen en un buen estado de salud que les permita llevar una vida activa, no dependiente e integrada en la sociedad. En definitiva que quede erradicada de las consultas la coletilla ´y a su edad, ¿usted qué quiere?´.

El profesor Francisco Perales, que firma el artículo Envelliment actiu i les TIC (tecnologías de la información y de la comunicación) consideró muy importante que las nuevas tecnologías se aborden como instrumento de inclusión para los mayores, nunca como una barrera excluyente. Instó por tanto a los fabricantes de nuevas tecnologías a implantar un diseño universal accesible para todos, sobre todo para el 40% de la población europea que tendrá más de 65 años en el año 2050 tras una vida conviviendo con redes sociales y nuevas formas de comunicarse. "Que las herramientas tecnológicas se adapten a las personas", deseó para evitar exclusiones en una sociedad en la que, pronosticó, en muchas zonas urbanas habrán desaparecido las tiendas o el acceso a los servicios esenciales sólo se podrá hacer a través de las TIC, pronosticó. El profesor Gabriel Gelabert reveló que 235 personas mayores de 64 años sin techo han sido atendidas en el centro Ca l´Ardiaca en el periodo 2005-2012, aunque matizó que el porcentaje de este colectivo de gente mayor sobre el total apenas es del 3,5% y que su acceso a esta ayuda es casi siempre producto de la perdida o la separación del núcleo familiar.

La presentación del anuario se concretó con un acto público al que asistieron la consellera de Família i Serveis Socials, Sandra Fernández, la consellera de Benestar Social del Consell, Catalina Cirer, y el rector Llorenç Huguet. El acto contó con una conferenciante de excepción, la catedrática de Filosofía Moral y Política de la Autónoma de Barcelona Victòria Camps.