Resulta difícil mantener conversaciones privadas en mitad de un acto público. Minutos antes de que el conseller de Economía, Joaquín García, anunciara oficialmente que el segundo casino de la isla se iba a instalar en la Plaça del Olivar, y no en la Platja de Palma como quería el Consistorio, en un acto celebrado en el Real Club Náutico de Palma pudo verse a éste representante del Govern con el alcalde de Palma manteniendo una intensa conversación, a la vista de los gestos y los rostros que acompañaban a las palabras, en la que el primer edil habló más y el conseller pasó más tiempo escuchando. Joaquín García rechazó que en ese intercambio dialéctico el tema del casino hubiera sido el protagonista, aunque personas que estuvieron cerca de los dos señalaron luego que "se habló del casino, aunque también de más temas".

Inmediatamente después de tener esa conversación con el conseller, el alcalde se acercó hasta el president balear, José Ramón Bauzá, y ambos se alejaron juntos para ir a un espacio apartado tras unas cortinas de las que salían los camareros. Al salir, el alcalde se negó a hablar del tema del casino, y se limitó a señalar que "el president y yo nos entendemos muy bien", algo por lo que nadie le había preguntado.

Dos horas más tarde y en conversación telefónica, Isern aseguró que el Govern no le había comunicado todavía la ubicación definitiva del casino, pero ante la pregunta de si se había informado antes a la prensa que a él, optó por negarse a hacer más valoraciones.