A partir del próximo curso el CESAG y la UIB seguirán caminos separados tras 35 años de relación e historia conjunta. El centro Alberta Jiménez, tras muchos años de barajar esta idea y tras pasar un exhaustivo ´examen´, pasará a estar adscrito a la Universidad Pontificia de Comillas, un centro cuyos orígenes se remontan a 1890 y que tiene alrededor de 12.000 estudiantes. El curso pasado medio centenar de ellos eran de Balears.

El CESAG se desvincula de una universidad pública y laica para adscribirse a una privada y católica. No es el primer cambio de adscripción del centro educativo, ya que antes de que existiera la Universitat de les Illes Balears estuvo vinculado durante dos años a la Universitat de Barcelona. El CESAG es el centro más antiguo y con mayor número de alumnos (700) de todos los adscritos a la Universitat. En él se imparten cinco títulos de grado (Maestro de Infantil; de Primaria; Periodismo; Comunicación Audiovisual y Publicidad) y una doble titulación.

La UIB tiene otros tres centros adscritos: la Escuela Universitaria de Relaciones Laborales; la Escuela Universitaria del Consell Insular de Eivissa; y la Escuela Universitaria de Turismo Felipe Moreno. Un centro adscrito es un centro docente de titularidad pública o privada que está vinculado a una universidad pública a través de un convenio para impartir estudios que conducen a la obtención de títulos de carácter oficial y validez en todo el territorio nacional.

¿Qué supone para la UIB el fin de esta relación con el CESAG? El rector Llorenç Huguet no puede ocultar que realmente "no es una buena noticia", aunque entiende que la separación es por una cuestión de identidad religiosa "más que por discrepancia" con la institución que dirige. "Y si no puedes hacer nada contra una decisión, la has de aceptar", apuntó el rector, quien no obstante insistió en recordar que el proceso no es "ni corto ni fácil", aunque desde la UIB "no se les ha negado nada". La Universitat perderá a 700 alumnos y dejará de ingresar el 25% de sus matrículas, en un momento en el que el presupuesto de la institución está estancado. Huguet señaló que aún está por cuantificar qué puede suponer la separación para las cuentas de la UIB.

Identidad, prestigio y libertad

¿Qué supone para el CESAG pasar a estar vinculada a Comillas? Según explicó a este diario la directora del centro, María Canel, así creen que tendrán un sello indudable de prestigio, además de estar ligados a un centro religioso con el que comparten identidad y que además, al ser privado, puede suponerles más facilidades de crecimiento. Canel apuntó también que ahora podrán diseñar su propio plan de estudios de Magisterio, que ya no tendrá por qué ser como el de la UIB. La directora señaló que además estudian ampliar su oferta, por ejemplo en el área de posgrado. Un máster que podrían empezar a impartir, muy demandado, es el de Formación del Profesorado.

De esta manera, el CESAG podrá ser competencia más directa con la UIB. Respecto a este punto, el rector indicó que cada institución tendrá ahora que confeccionar "su estrategia" para adaptarse a la realidad. La competencia de todas formas no se da en el mismo plano dada la diferencia entre el precio de la matrícula en una universidad pública y en una privada. La directora del CESAG entiende que la competencia es también sinónimo de más capacidad de elección, tanto para los alumnos como para los centros concertados o privados, ya que a la hora de contratar profesorado tendrán más perfiles para elegir.

El Alberta Giménez aprovechará este nuevo margen de maniobra a la hora de diseñar los planes de estudios para potenciar en Magisterio unas asignaturas "más humanísticas y básicas, de didáctica y pedagogía", además de incluir créditos de Religión. En ningún caso se reducirá el contenido referente a cuestiones locales o a la lengua catalana.

¿Cómo lo ven desde Comillas? Así como desde Alberta Giménez ya han confirmado que en 2014 estarán adscritos, en la península se muestran más cautos. Desde su departamento de comunicación señalan que se está estudiando la posible adscripción "desde la cordialidad y el deseo del mayor entendimiento entre todas las partes involucradas", aunque matizan que la propuesta "aún se encuentra en una fase inicial", ya que formalmente, Comillas, para cursar la solicitud correspondiente a las autoridades competentes, se precisa su estudio y, en su caso, la aprobación por la Junta de Gobierno. Esta junta se reunirá próximamente para analizar la solicitud. Además, la Comunidad de Madrid ha de autorizarlo.

Recuerdan además que Comillas es una universidad de la Iglesia dirigida por la Compañía de Jesús, cuya creación data de finales del siglo XIX, mientras que el CESAG pertenece a la Congregación Pureza de María, "que viene desplegando una destacada actividad docente especializada en el ámbito de la educación desde hace también más de un siglo".

Por ello, la posible adscripción "estaría concebida como la prestación de un servicio eclesial basado en una identidad compartida, acentuada además por la inspiración en la espiritualidad ignaciana de la citada congregación". Entienden que la institución asume además "la vocación por la excelencia característica de Comillas."