Hay que ver lo pesaditos que se han puesto en la conselleria de Educación con la correspondencia esta legislatura. La sucesora menorquina de Rafel Bosch sigue con la manía de bombardear a los padres con misivas propagandísticas. Lo peor no es el tiempo que el departamento de Juana María Camps pierde en hacerse autobombo, sino que encima falsee la realidad.

Entre los progenitores que estos días han recibido no uno, sino dos mails de la Conselleria -menos mal que por lo menos han cambiado el chip y ahora nos ahorramos el gasto en papel y sellos-, están los de primero de ESO del Instituto Ramon Llull de Palma. Vamos con el primero, firmado por Isabel Cerdà, la directora general que, aunque fue rebotada de Cultura a FP, se salvó de la afilada guillotina de l´amo en Guillem Estarellas, cuando este desbancó a Bosch.

Cerdà escribe a los papás para informales de cómo se aplica el "nuevo sistema educativo basado en el trilingüismo mediante el proyecto de tratamiento integrado de las lenguas (TIL) que se lleva a cabo en este curso 2013-2014 en el IES Ramón [sic] Llull". (En la versión en catalán del correo, Educación también castellaniza el nombre del insigne sabio mallorquín; no podemos dar cuenta de lo que ocurre en la versión en inglés, porque la Conselleria que presume de trilingüe solo practica el bilingüismo catalán/español).

La directora general adjunta un documento con la distribución horaria semanal de aplicación del TIL, "aprobada por su Consejo Escolar" -asegura-, y en el que se afirma que Música y Educación física se imparten en inglés, mientras que las optativas se dan en castellano.

Y para terminar, un poco de bla bla bla: "Desde la Consejería de Educación, Cultura y Universidades queremos hacerles partícipes de la satisfacción que supone comenzar esta nueva etapa, con relación a la enseñanza y el aprendizaje de las dos lenguas oficiales de las Illes Balears, así como de una lengua extranjera, que tiene como objetivo enlazar nuestro presente con el futuro de nuestros alumnos en el marco de la diversidad lingüística y cultural de Europa".

"Aberración pedagógica"

Ante el cúmulo de falsedades que contiene la carta de la Conselleria, el director en funciones del Ramon Llull, Emili Gené, se ha visto obligado a mandar otro correo aclaratorio a las familias. El docente habla de "puntualizar" la información remitida por la directora general, ya que "contiene algunas inexactitudes". Es de agradecer la diplomacia de Gené -que ha dimitido precisamente por el modo en que se ha gestionado el conflicto del TIL-, con sus superiores, pero en honor a la verdad, su mail y el de Isabel Cerdà solo tienen en común el "querida familia" de sendos encabezamientos. Para empezar, desmiente el director, "el Consejo Escolar no ha aprobado el TIL que se aplica este curso en el IES Ramon Llull. Al contrario, lo rechazó por mayoría". Acto seguido corrige que "la asignatura de Música no se hace en inglés porque el centro no cuenta con profesorado homologado", nada menos. "Con el fin de cumplir la ´distribución equilibrada de lenguas´ exigida, este curso se imparte en castellano", añade. Y para concluir, Gené desmonta que las optativas se impartan en castellano. "No todas, porque sería una aberración pedagógica hacer las clases de Francés o Alemán (dos de las optativas que se hacen en primero de ESO) en castellano". Suena lógico.

"Les informamos de que la Conselleria ha arreglado las goteras"

El segundo correo electrónico que han recibido los padres a la par lleva rúbrica de Mateu Suñer. El alto cargo del PP en la Conselleria escribe a las familias del Ramon Llull en esta ocasión para contarles que su departamento (encargado de construir y mantener los centros educativos) "está realizando importantes mejoras" en el edificio de la conocida plaza del Tubo.

Suñer detalla que el Govern se ha gastado "258.564,29 euros" en reparar "las deficiencias detectadas que afectaban a la seguridad" del inmueble, y también se han eliminado "las goteras del falso techo de la biblioteca y del patio". "Nuestro objetivo prioritario son los alumnos, sus hijos", se despide la carta. Faltaría más.