Francesc Buils mostraba ayer un buen aspecto. Lleva 120 días ingresado en la cárcel y está aprovechando el tiempo para estudiar, hacer ejercicio físico y distraerse. Sigue una estricta dieta, que le está dando un gran resultado. En cuatro meses ya ha perdido 26 kilos, según comunicó ayer incluso a la juez, que le volvió a tomar declaración en otra causa, de las muchas que aún le quedan pendientes por corrupción. Como tiene el título oficial de entrenador de baloncesto utiliza los conocimientos para enseñar el deporte de la canasta a otros presos. Se dedica, entre otras cosas, a entrenar a un equipo de baloncesto de la prisión. Buils también aprovecha el largo tiempo libre que tiene en la cárcel para leer y estudiar. Todos los políticos de UM y PP condenados por casos de corrupción y que ya han ingresado en prisión, comparten el mismo espacio. Todos ellos están en el módulo 11, una zona donde están ingresados los presos que no son conflictivos ni violentos. Allí permanecen, además de Buils, Miquel Nadal, Bartomeu Vicens, Antoni Rebassa, Kurt Viaene, Alfredo Conde o Felip Ferré. Todos siguen la misma rutina que marcan las estrictas normas que se establecen en el centro penitenciario de Palma.

Rebassa, que ayer fue trasladado por primera vez al juzgado desde que este pasado verano ingresó en la cárcel, está intentando acostumbrarse a su nueva vida penitenciaria. Allí comparte horas con los que no hace tanto tiempo eran sus jefes políticos en Unió Mallorquina. La cárcel obliga a todos los presos que están en este módulo a realizar una actividad. Rebassa hace deporte, al igual que la mayoría de sus compañeros, y además ha decidido reiniciar sus estudios. El exconcejal de Alaró se ha propuesto iniciar una carrera universitaria, pero precisa aprobar un examen. Está preparándose para superar la prueba de acceso a la universidad. Su deseo es convertirse en periodista.

Rebassa, que fue condenado a cumplir cuatro años de prisión, tiene la esperanza de que esta pena se reduzca. Ha recogido firmas para adherirlas a su petición de indulto, que está ultimando su abogado Miquel Arbona. Hasta 2.000 apoyos ha logrado reunir para que el Gobierno acepte esta medida de gracia. La espera será larga y mientras tanto debe seguir cumpliendo el régimen penitenciario. El exconcejal de UM de Alaró también practica deporte. Hace varias semanas tuvo un pequeño incidente en un enfrentamiento deportivo. Se golpeó con un rival y sufrió una fisura en varias costillas. Tuvo que ser atendido en la enfermería. Lógicamente le preguntaron si había sido agredido por algún interno y tuvo que aclarar que se trató de una lesión producida en un enfrentamiento deportivo.

En este módulo solo hay hombres. Munar está en otra unidad. La expresidenta de UM apenas ha tenido contacto con sus antiguos compañeros de partido.