El mismo PP que en la pasada legislatura criticaba desde la oposición el desvío de fondos del convenio de carreteras al pago de nóminas y gastos corrientes del Consell de Mallorca está haciendo exactamente eso: el gobierno insular presidido por María Salom ha utilizado 10 millones de euros de carreteras para pagar gasto corriente (el funcionamiento del día a día, desde consumo de papel a facturas de la luz o reposición de material), según figura en la liquidación de la cuenta general del Consell del año 2012. Así que la historia se repite, para regodeo de un Partido Socialista que hoy celebra que por fin el PP descubra los vericuetos y apreturas de la gestión económica durante una crisis que obliga a utilizar cada céntimo que llega en las facturas que más urge abonar en cada momento.

Que es justo lo que se hizo con el convenio de carreteras: el Consell de Mallorca cogió el dinero correspondiente a 2011 y puso 63 millones en un plazo fijo, mientras otros diez se destinaban a operaciones de tesorería con las que mantener en marcha la institución mientras se licitan proyectos de carreteras. "Por fin entienden lo que significa la caja única [en referencia a que todo el dinero se emplea para lo que más prisa corre y no para lo que se presupuestó originalmente]", reflexiona la consellera socialista Rosario Sánchez, horas antes de que hoy se celebre un pleno en el que se aprobará la cuenta general de 2012.

En ella se observa el desplome de las inversiones en carreteras y en mantenimiento de la red de viaria que se ha producido durante la presente legislatura. En 2010, último año con la socialista Francina Armengol como presidenta del Consell, la inversión en carreteras por habitante fue de 148 euros, suma que se redujo a la mitad al año siguiente (2011), y que se hundió hasta 54,6 euros de inversión por mallorquín durante el año 2012. La consecuencia es que el Consell, que tiene como principales competencias la gestión de las carreteras y de la red de servicios sociales, dedica hoy a las carreteras mallorquines y sus baches, mantenimiento y reparaciones una tercera parte de lo que se metía en el año 2010.

Dinero para los bancos

El tijeretazo inversor, con sus consecuencias para el empleo en las empresas que se dedican a la construcción de obra pública, se repite en casi todos las partidas del Consell. Casi todas, porque un capítulo crece con fuerza: el dinero destinado a pagar deuda bancaria se dispara, mientras el Consell de Mallorca deja sin ejecutar más de la mitad de los 345 millones de euros que presupuesta. "El recorte es general, tanto en inversión como en servicios sociales. Todo el mundo sufre. ¿Para qué? Pues para que el Consell genere 36 millones de superávit que se dedican a amortizar deuda bancaria de forma anticipada y para que el Consell sea la financiera del Govern balear, que ya debe [al gobierno insular] 280 millones de euros", critica la representante socialista.

Su análisis afea también otra estrategia de gestión que contribuye a generar intereses bancarios presentes y cargas financieras futuras: al tiempo que el Consell insular recorta en todo para dejar la mitad de su presupuesto sin ejecutar, la deuda financiera se eleva en 93 millones de euros, 46 de ellos correspondientes a los créditos bancarios precisos para cubrir los dos planes de pago con los que se han podido abonar deudas atrasadas (en muchos casos desde tiempos del PSIB) a los proveedores del Consell insular.

La consecuencia directa es que el Consell ha ahorrado como nunca para, aún así, casi duplicar en solo media legislatura su deuda financiera: de los 128 millones de euros que se debían a los bancos en 2010 se pasa a 213 millones al final de 2012. Esas cifras, alerta la socialista Rosario Sánchez, dejan al gobierno insular sin capacidad de maniobra para seguir financiando su actividad. ¿Significa todo esto que cuando haya proyectos de carreteras que pagar no habrá dinero, porque ya se habrá gastado en otras cuestiones? Pues dependerá del Govern Bauzá: si sigue aumentando sus deudas con el Consell, el gobierno insular tendrá problemas para salir adelante, abundan en el PSIB-PSOE.