Una treintena de miembros del sindicato STEI-i se concentraron ayer frente el Parlament con caretas con la boca tachada para criticar la actitud "represora y antidemocrática" del Govern, adjetivos que creen más que justificados por iniciativas como la Ley de Símbolos, el TIL o los expedientes a los directores de Maó, "que se están manteniendo mucho más de lo normal", según indicó el secretario general del sindicato, Biel Caldentey. Mientras, en la Cámara, se rechazaba la moción de MÉS de readmitir a los directores y la diputada del PP Aina Aguiló aseguraba que "es impensable pensar que exista arbitrariedad". Caldentey por su parte insistía fuera en que el Ejecutivo de Bauzá "ataca la libertad de expresión".