Como todo acusado que es condenado por delito fiscal, Vicenç Grande ha sido inhabilitado, en este caso dos años, pero además durante este tiempo no podrá solicitar subvenciones o ayudas públicas. También ha perdido el derecho a pedir beneficios o incentivos fiscales, o de la Seguridad Social, por un periodo de cuatro años.

Además de la multa de medio millón de euros, más la misma cantidad en concepto de impuestos que no pagó en su momento, el dueño del grupo Drac tendrá que abonar los intereses y las costas del proceso.

La pena de dos años de prisión le permite que los jueces le concedan la libertad condicional, siempre y cuando pague la multa, ya que de lo contrario ingresará en la cárcel y cumplirá seis meses más por este impago.

No es el único problema tributario que pesa sobre la actividad empresarial del expropietario del Real Mallorca. La abogacía del Estado presentó hace unos meses otra querella, por una operación parecida a la que se describe en esta sentencia condenatoria. El caso se investiga en el juzgado de instrucción número 6. Grande ya ha sido citado a declarar. La magistrada Margarita Beltrán desmonta en su sentencia la versión exculpatoria del empresario, que protagonizó el más importante concurso de acreedores que se ha tramitado en los juzgados de Balears. Grande, bajo el asesoramiento de un experto fiscal, sostuvo que este tipo de operaciones eran legales.