La presidenta del Parlamento, Margarita Duran, quiere evitar nuevas guerras de símbolos en el pleno como la acaecida el martes pasado a raíz de una senyera. Ayer se reunió con los portavoces parlamentarios de su partido, el PP, y de la oposición -PSOE y Més-, para fijar su postura al respecto: Los diputados pueden exhibir cualquier elemento de protesta, menos banderas.

Después de bastantes rodeos, Duran advirtió a los representantes de la izquierda de que no permitirá nuevos capítulos como el de la semana pasada, cuando el diputado de Més Nel Martí colocó una enseña cuatribarrada en la tribuna de oradores, mientras intervenía en el debate sobre la Ley de Símbolos. Al pedirle la presidenta que la retirara, su compañero nacionalista Biel Barceló se fue a coger la senyera y la colocó en su escaño, junto a la diputada Fina Santiago, recordando que el reglamento de la Cámara no prohíbe nada en este sentido.

Entonces, Duran ordenó a un bedel que retirara la bandera, pero Barceló y Santiago se opusieron; finalmente, el subalterno desistió de arrancar la tela de las manos de los dos diputados, y Duran tampoco cumplió su amenaza de expulsar a Barceló -pese a que le había llamado al orden en dos ocasiones- con lo que quedó en cierto modo desautorizada.

Armengol: "No es objetiva"

En la reunión de ayer, Duran reprochó a la oposición el "barullo" y las constantes interrupciones en la sesiones desde la bancada de la izquierda.

La líder de los socialistas, Francina Armengol, así como Barceló, retaron entonces a la presidenta a analizar "quién es más hooligan", en alusión al comportamiento de la bancada del PP. Armengol llegó a acusar a Duran de "no ser una presidenta objetiva", ya que a su juicio se muestra muy permisiva con sus colegas diputados del PP, cuando para ella los ´populares´ son tan o más responsables del alboroto y griterío que muchas veces tiene lugar en los plenos.

Duran recondujo la cuestión al asunto de los símbolos, y aclaró que no había problema si los diputados llevan camisetas reivindicativas, o colocan carteles de protesta en sus escaños, o llevan lazos cuatribarrados o de cualquier otra clase, pero que su "límite" está en las banderas, por lo que estas no deben aparecer más en las sesiones. Barceló le matizó que el martes ellos sacaron "un lazo, no una bandera", y consideró fuera de lugar la reacción de la presidenta de la Cámara. En cualquier caso, el coordinador general de la coalición econacionalista mostró su discrepancia con el criterio de Duran, y no se comprometió por ello a dejar de exhibir más senyeres en el futuro, al entender que la presidenta se excede en sus funciones y pretende coartar la libertad de expresión de los parlamentarios autonómicos.

Por su parte, Mabel Cabrer, portavoz del PP, dio la razón a la presidenta en el asunto de las banderas y lamentó los espectáculos que, en su opinión, provoca continuamente la izquierda.