Partía como la propuesta ´colista´, aquella que era observada como una anomalía dentro de la batalla entablada por dos grandes empresas del sector del juego, el grupo Nervión y Merkur. Pero la oferta presentada por el Bingo Teatro Balear para conseguir la licencia de un segundo casino en Mallorca parece haberse convertido de Cenicienta a Miss Las Vegas, a la vista de las filtraciones que se han producido respecto a las puntuaciones otorgadas por la Mesa de Valoración del concurso convocado por el Govern balear, que la sitúan ahora como la favorita.

La guerra para hacerse con ese segundo casino de Mallorca contaba también con la participación de los dos ayuntamientos más ´potentes´ del la isla, los de Palma y Calvià, ambos gobernados por el PP, al igual que el Ejecutivo autonómico.

El primero se había decantado claramente por el proyecto del grupo Nervión, actual titular del casino existente en Porto Pi Centro y que aspiraba a levantar otro, junto a dos hoteles, en la Platja de Palma. La apuesta de Cort iba dirigida a contar con esas instalaciones de juego para dar un impulso a esa zona y ayudar a la desestacionalización turística.

Respecto al Consistorio calvianer, su apuesta en favor de Bendinat implicaba recuperar el casino que perdió al trasladarse a Palma, con los correspondientes ingresos derivados de los impuestos que estas instalaciones abonan.

La oferta sin padrinos municipales era la del Teatro Balear, que a la espera de que la conselleria de Economía decida confirmarlo o desmentirlo oficialmente, se apunta como la mejor puntuada por los técnicos encargados de decidir el ganador de esta contienda.

Su promotor y propietario de una empresa de bingos, Eusebio Cano, insiste en que desde la citada Conselleria no se le ha comunicado si es cierto que ha obtenido la mejor valoración para hacerse con esa licencia.

Es más, desde el citado departamento autonómico se asegura que su titular, Joaquín García, todavía no ha recibido la propuesta de resolución de la Mesa de Valoración y que, por consiguiente, desconoce la puntuación otorgada a cada una de las tres propuestas existentes. Y ello, pese a la preocupación reconocida por los Ayuntamientos antes señalados.

En cualquier caso, Eusebio Cano defiende la oferta realizada, que supone una inversión de unos 10 millones de euros, y destaca dos hechos fundamentales: el primero es que se trata de un proyecto de casino sin las dimensiones de alguna otra oferta, pero adecuado para las necesidades de la isla. En concreto, en los 3.500 metros cuadrados disponibles en las instalaciones del Bingo Teatro Balear tienen cabida dos plantas, que incluyen una sala de juegos con 70 máquinas con premio y 13 mesas dedicadas a ruleta, póker y blackjack, un restaurante y un espacio para actuaciones. A ello se suma una sala polivalente en el piso superior en el que se pueden organizar desde exposiciones a campeonatos de póker.

Pero el factor que Cano esgrime con mayor entusiasmo es su ubicación: la Plaza del Olivar, muy cerca de la estación intermodal y del centro de paradas de autobús urbano de la Plaza de España, y a pocos minutos de ejes comerciales como Sant Miquel, Jaume II o Jaume III. En su opinión, esa es la mayor garantía de desestacionalización, al contar con un emplazamiento que ofrece más atractivos durante los meses de invierno, por la actividad existente, para aquellas personas que decidan acudir a los campeonatos de juego que se puedan organizar. Y subraya que podría quedar inaugurado en apenas un año.