El pacto de conformidad suscrito ayer por la fiscalía anticorrupción y doce acusados del expolio en el consorcio público Turisme Jove (CTJ), que ha evitado la celebración de un juicio sonrojante para éstos y cierra un caso descubierto por este periódico, apunta a que 108.000 euros de ese organismo fueron desviados a un exedil de Calvià "por órdenes de los superiores".

Turisme Jove estaba integrado entre 2005 y 2007 por el Govern y los Ayuntamientos de Alcúdia, Formentera y Ciutadella. Ninguno de ellos supervisó el funcionamiento del consorcio, que se ocupaba de unos albergues para jóvenes y poco más y que no hacía más que gastar dinero a espuertas.

El consorcio dependía de la conselleria de Deportes, cuya titular era Rosa Puig, que, al igual que en el caso Palma Arena, ha salido indemne de los numerosos delitos cometidos por altos cargos de su confianza. La exnúmero dos del Govern, Rosa Estarás, también salió a relucir cuando se descubrio el desvío de los 108.000 euros para el antiguo concejal Jesús García Oeo. No le ha pasado nada. Ni tan siquiera ha declarado como testigo.

El entonces president del Govern Jaume Matas no ha dado ningún tipo de explicación, ni ha pedido disculpas, por las acciones u omisiones de sus consellers, director general, gerente o jefe de departamento de CTJ.

Matas tampoco habló cuando salió la condena del caso Scala, otro expolio organizado en el consorcio público dedicado al fomento de la industria balear. Tampoco se ha dado por aludido por las investigaciones sobre desvíos de fondos públicos en otros organismos públicos como el Ibatur, Illesport, o la docena larga de consellerias que contrataron a empresas del grupo Over.

El mapa de la corrupción en tiempos de Matas o de Maria Antònia Munar no se debe ver caso por caso, sumario por sumario. Hay que contemplarlo en su conjunto, con las perspectiva de una época donde lo habitual eran los sobornos, las facturas hinchadas, las comilonas, viajes y otros placeres a costa del contribuyente, la confusión entre las instituciones y el partido y la carrera de empresarios a ver quién pagaba el soborno mayor.