La ONG Metges del Món realiza una labor muy importante de ayuda a las personas consumidoras de estupefacientes. Uno de sus programas de mayor demanda es el punto de intercambio de jeringuillas. En este centro, controlado por médicos y enfermeras, recogen las jeringuillas usadas de los drogodependientes y se las cambian por otras de esterilizadas para evitar contagios de enfermedades como el sida. La enfermera Esperança Lladó indicó que se reparten más de 10.000 jeringuillas al año entre los drogodependientes de Mallorca.

Organizadas por Metges del Món, se celebran estos días en el CaixaFòrum de Palma unas jornadas sobre drogodependencias bajo el título: "20 años de reducción de daños".

Esperança Lladó relató como se entrega unas 10 jeringuillas a cada consumidor a cambio de que entreguen otras utilizadas para su eliminación a través de métodos seguros. Mediante el punto de intercambio de jeringuillas de Metges del Món se consigue que muchos dependientes eviten reutilizarlas y se realiza una importante labor sanitaria entre este colectivo de personas adictas a sustancias como la heroína.

La enfermera comentó también que la inmensa mayoría de consumidores que atienden en el punto de intercambio de jeringuillas son personas con escasos recursos y que adquieren la droga en Son Banya.

Durante la jornada de ayer se conocieron experiencias de otras comunidades para ayudar a los drogodependientes, que no pueden dejar el hábito, a consumir de forma más segura. Una de estas experiencias la explicó Adrián Corral, coordinador de la sala de consumo de Bilbao. Consiste en habilitar unas dependencias para que los consumidores de sustancias estupefacientes se inyecten la droga bajo la supervisión médica con el objetivo de evitar sobredosis.

Ricardo Haro, psicólogo y voluntario de Metges del Món, aseguró que una de las ideas de la ONG es conseguir una sala de consumo en Mallorca: "Se trata de unas dependencias que pueden estar en un centro de salud. Allí se controla en todo momento el consumo y en muchas ocasiones se consigue que los drogodependientes se animen a entrar en programas para dejar la droga".

Silvia Bauzá es trabajadora social y trabaja en el dispensario móvil de metadona. Es un servicio que se encarga de facilitar la metadona en las barriadas con el objetivo de que nadie se quede sin este sustitutivo de la droga.

La consellera de Servicios Sociales y Familia, Sandra Fernández, fue la encargada de abrir las jornadas que continuarán en el día de hoy. Fernández alabó la labor de Metges del Món asegurando que pueden llegar a muchas más personas que la administración. La consellera pidió que le remitieran las conclusiones de estas jornadas para seguir colaborando. Profesionales sanitarios y estudiantes coparon ayer el CaixaFòrum.