­Doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad de Barcelona, centro donde se especializó en Estomatología, este odontólogo preside también desde el año 2011 la Sociedad Española de Odontoestomatología para el minusválido y pacientes especiales (SEOEME) que acaba de clausurar su XI Congreso en Palma. Pese a su estricta especialización, no duda en afirmar que "el 70% de las personas que acuden al dentista son pacientes médicamente comprometidos"

El doctor Julián López Jiménez lleva más de treinta años mejorando la salud bucodental de pacientes minusválidos y con enfermedades de base que dificultan y complican su paso por el sillón del dentista, un trago que no es del agrado de ningún paciente y que requiere de especiales precauciones en estos casos.

„Son ustedes unos dentistas un tanto especializados...

„Sí, nos ocupamos de pacientes con enfermedades de base así como de discapacitados psíquicos y físicos. No obstante, el 70% de las personas que acuden al dentista son pacientes médicamente comprometidos.

„¿Cómo actuaría con un paciente diabético descompensado?

„Lo primero de todo, intentaría compensarle, conseguir que tuviera bajo control sus niveles de glucosa en sangre, porque este tipo de pacientes tienen más predisposición que otro a desarrollar una infección.

„Por ejemplo, ¿se les puede poner un implante dental?

„Primero tendría que estar controlado, con unos niveles de glucosa en los parámetros normales. Y un implante no es una necesidad primaria como puede ser un diente infectado. Es cierto que te proporciona un mayor confort a la hora de comer o mejora tu imagen estética, pero no se trata de una necesidad primaria. No es como un flemón, que lo tienes que quitar sí o sí pese a que el paciente haya sufrido un infarto hace apenas cuatro meses.

„¿Qué limitaciones para acudir al dentista tiene una persona que ha sufrido un infarto?

„Un paciente que ha sufrido un infarto debería esperar unos seis meses antes de ponerse un implante, por ejemplo. Asimismo, el dentista debería controlar su tensión arterial, el nivel de estrés que tiene durante la intervención...

„¿Y un epiléptico?

„La causa de sus crisis suele ser el estrés. Por tanto, para prevenirlas y evitar un episodio durante la intervención, le suministraría un ansiolítico antes.

„¿Y un disminuido?

„Tanto para los disminuidos psíquicos como para los físicos hay que valorar el grado de fobia que siente el paciente hacia el dentista y, siempre, individualizar el tratamiento. Por ejemplo, si un minusválido psíquico no sabe cepillarse bien los dientes, es inútil ponerle un implante dental ya que lo acabara perdiendo al acumulársele restos de comida por esta causa que, además, le terminará también ocasionando problemas con las encías.

„¿Adoptan alguna precaución en el trato?

„A los disminuidos, como al resto de pacientes, hay que tratarles con un profundo respeto y siempre en función de su edad mental.

„¿Qué otras medidas toman con los minusválidos?

„Dependiendo de su grado de colaboración, en ocasiones precisan de anestesia general antes de intervenirles.

„Todo esto encarecerá mucho la factura...

„Bueno, el hecho de tener que entrar en el quirófano y necesitar de un anestesista encarece todo el tratamiento.

„¿Hay ayudas?

„Hace veinticinco años la Administración se hacía cargo de todos los gastos. Ahora las ayudas varían según las comunidades autonómas. En Cataluña, que es lo que conozco, ya no se dan.